Cartas de los lectores

Traslado de la estatua de ColónMORDAZACon indignación leí que el gobierno nacional había desmontado la estatua de Colón. ¿Será posible que pueda concretar semejante provocación pese a las quejas de las instituciones? La estatua de Colón se vio en LA NACION "maniatada y amordazada", como vamos camino de estarlo todos los argentinos.Silvia Bayá C. de Lagachemailto:silbaya.c@hotmail.comTONTO CARDSe informó ayer que se gastaron 84.000 dólares para remover la estatua de Colón. Quiero imaginarme que ese importe será pagado por la Sra. Cristina Fernández de Kirchner de su cuenta personal o de la cuenta personal de los funcionarios que desobedecieron la manda judicial. Porque siempre pago yo, y estoy harto de que, por ser bien educado, la fiesta la bailan, cantan y disfrutan otros y me la debitan de mi Tonto Card.Roberto Manuel CerviñoDNI 82.089.632OCULTAMIENTOAsí como el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, acaba de advertir que "no pueden ocultar con la estatua de Colón que la gente va al supermercado todas las semanas y ve que los precios suben", nosotros, los porteños, le advertimos a él que el gobierno de la ciudad tampoco puede tapar con la estatua de Colón un nuevo aumento de 40% en el ABL.María Marcela SuárezDNI 13.697.908AUSENCIASEn la tarde del sábado concurrí a la plaza Colón, cuando ya la estatua de Cristóbal Colón yacía atada y acostada en el suelo, removida por orden de la Presidenta, violando una decisión judicial que prohibía al gobierno nacional cualquier acción sobre el monumento que allí se erige desde 1921. Sentí una profunda tristeza e indignación, junto con una decena de personas que habían llegado para manifestar su repudio a la discrecionalidad sin límite del capricho presidencial, uno más en su incansable tarea de demoler instituciones y la República misma. Pero la indignación fue mayor cuando comprobamos que ningún diputado de la ciudad ni de la Nación y tampoco funcionario alguno del gobierno porteño se hizo presente ni tomó alguna medida para evitar el atropello presidencial. Aún más, dentro del predio enrejado, además de los operarios y miembros de la Policía Federal se pudo observar a un oficial del Ejército que colaboró con la mutilación del patrimonio artístico de la ciudad y de nuestra propia historia. La felonía presidencial no puede sorprendernos, pero sí la desidia de los diputados, funcionarios y candidatos a senadores por el gobierno porteño.Nada ni nadie podía quitarle la gloria al gran almirante...