Cartas de lectores

Réplica a la PresidentaSe­ñor Di­rec­tor:"En su discurso en la Bolsa de Comercio transmitido por la Red Nacional, la Presidenta citó una afirmación mía de abril de 2002, ciertamente con la intención de condenarme por un supuesto error de pronóstico. Yo decía que como consecuencia de la pesificación de los depósitos pasaría mucho tiempo para que la gente volviera a confiar en los bancos. No me equivoqué. Después de 11 años la Argentina todavía muestra el menor grado de bancarización de toda América latina."Ahora me gustaría agregar, para que se lo recuerde dentro de algunos años, que a aquel episodio de ruptura de la confianza se han agregado en los últimos años otros no menos destructivos. Cuando los jubilados no tengan de donde cobrar alguien les dirá que se financió el déficit fiscal con los fondos que les correspondían y que ya no están más. Que los servicios del Estado se deterioraron pero el gasto público creció a niveles exorbitantes y que resultó imposible cubrirlo con impuestos a pesar de la elevada presión tributaria. Que la Argentina desperdició durante varios años las ventajas que el mundo le ofreció, y que los inversores la dejaron de lado por falta de confianza. Que los precios de la energía se fueron a las nubes porque se consumieron las reservas de petróleo y gas y el fisco ya no pudo subsidiar más los altos precios de importación. Que la infraestructura y los servicios públicos prácticamente colapsaron porque el Estado no pudo invertir lo que el sector privado no quiso debido a la destrucción de las reglas y de la seguridad jurídica. Que la Argentina subió al tope de la tabla de posiciones de la inflación y que falseó durante años las estadísticas, haciendo el ridículo ante el mundo."Manuel A. Solanet DNI 4.359.718Gracias, MorenoSe­ñor Di­rec­tor:"Sólo en la Argentina los cartuchos de tinta salen más caros que la impresora... Moreno, el pueblo le agradece."Alejandro LouzaoDNI 16.912.058ResocializaciónSe­ñor Di­rec­tor:"Respecto de la reinserción social de presos, recuerdo que en los Estados Unidos existe un programa llamado Unicor, que incorpora al trabajo a prisioneros. Les enseñan oficios en las cárceles y los mantienen fuera de los problemas cotidianos. Operan 100 fábricas que son propiedad del gobierno y reciben de US$ 0,25 a US$ 1,25 la hora. Con estos ingresos mantienen a sus familias y cubren sus necesidades. La firma fabrica chalecos antibalas, mantas, uniformes y otros productos. Sus ventas crecen cada vez más y tiene...

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