Cartas de lectores

YPFSe­ñor Di­rec­tor:"Parte de la clase política actual intenta tranquilizar su conciencia por haber avalado el zarpazo a la empresa española Repsol, con el argumento, capcioso, de que el fin -recuperar YPF- justifica la irregularidad de las formas. Desde las cavernas, las formas, los modos, las maneras son lo que han permitido a la especie abandonar lo salvaje. La única diferencia entre la seducción y la violación son, finalmente, cuestión de meras formas. Pero en ellas vive entera la aventura por la dignidad. La paradoja lamentable es que también el Parlamento, donde se cometió la torpeza, es hijo natural y legítimo de las formas."Duele comprobar que algunos legisladores de moral elevada y vidas cuidadas se han asociado a este verdadero saqueo."René Balestra mailto:renebalestra@fundacionastengo.org.arCátedra Che GuevaraSe­ñor Di­rec­tor:"En mi carácter de decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, debo expresarle nuestro desagrado ante la nota editorial publicada el lunes 14 de mayo, titulada «Apología universitaria de la violencia». En ella se alude a nuestra institución de un modo errado e incluso se nos acusa injustamente de usar «los dineros públicos para hacer propaganda ideológica extremista, antidemocrática y antirrepublicana». A nuestro entender, la nota es el resultado de sucesivos malentendidos que, queremos creer, son involuntarios."En la universidad pública confluyen experiencias que no se reducen únicamente al dictado de clases. La facultad tiene una larga tradición, que respetamos, en llevar adelante iniciativas de cátedras libres, tal como es el caso de la cátedra Che Guevara. Estas son muchas veces gestadas por estudiantes (como ocurre con esa iniciativa) y suelen invitar a participar a todo tipo de actores sociales. Son resultado del ejercicio de la libertad de expresión, que no implican gasto alguno del erario público, tal como se indica en la nota editorial, ni forman parte de ninguna oferta académica."Debo decirle, además, que la facultad es un ámbito plural donde todas las problemáticas históricas y sociales tienen derecho a ser discutidas y que el espacio de intercambio abarca, incluso, a aquellos que en otros momentos históricos optaron por la lucha armada. No es éste el espacio para discutir sobre historia, pues ya sabemos que es una materia inestable y terreno de disputa. Sí es un lugar para volver a poner en valor los derechos para opinar, enseñar y conversar. Silenciar las expresiones nos conduciría a...