Carrió e Iguacel, presentes a pesar de sus ausencias

Como si fuera un fantasma, no se la vio, pero la presencia de en el quincho de la quinta presidencial de Olivos, donde ayer el presidente anunció una batería de medidas para la clase media, se sintió con fuerza.Tras las idas y venidas, que incluyeron la exigencia para que el Presidente eche al ministro de Justicia, , ayer continuó el malhumor con la líder de la entre los principales funcionarios del Gobierno.Cerca de Macri dijeron que no habrá una sola palabra de reproche, pero los que lo conocen bien aseguran que el Presidente la "freezará" porque cruzó un "límite". Ni siquiera la presentación de medidas para reforzar el Plan Nacional de Vivienda, que incluye topes a las cuotas de los créditos hipotecarios UVA e iniciativas que faciliten el acceso a los alquileres, calmó los ánimos caldeados."Se equivocó, pero después se dio cuenta y reaccionó", dijeron fuentes oficiales.Como adelantó ayer LA NACION, en medio de la escalada el Gobierno lanzó el mayor operativo de contención sobre la diputada nacional para intentar calmarla y para que redireccione sus críticas hacia un viejo enemigo: el juez . Ayer, dio el primer paso: pidió en el Congreso que la Auditoría General de la Nación realice un informe sobre las cuentas del alto tribunal.Pero no fue de lo único que se habló en la residencia del Presidente, a quien tras el anuncio se lo vio ir a toda velocidad a su despacho. La sucesión de errores que protagonizó el secretario de Energía, , también se llevó parte de la atención del día.Si bien el error se subsanó, varios funcionarios y dirigentes resaltaron la falta de capacidad para anticipar que el aumento retroactivo del gas iba a generar una dura reacción de la oposición. Algunos, incluso, justificaron los enojos del radicalismo y del presidente de la Cámara de Diputados, , quien el lunes, una vez que el escándalo ya estaba instalado en los medios, le reclamó al jefe de Gabinete, , por la...