La otra cara de De Vido: de los anuncios a la crísis

Abanicos y frazadas; unos http://www.lanacion.com.ar/1648604-a-julio-de-vido-tambien-se-le-corto-la-luzy otras para el invierno.De aquellos anuncios rimbombantes que fueron desde la http://www.lanacion.com.ar/1241401-de-vido-tal-vez-nosotros-no-vamos-a-hacer-el-tren-balahasta la puesta en marcha de Atucha II a este presente de crisis pasaron 10 años. De aquel , ministro y superministro de Planificación Federal, a este acotado y alejado de los grandes escenarios, han pasado miles de millones de pesos en subsidios y una crisis en la mayoría de los sectores que manejó.En la Argentina que construyó De Vido en la última década no se puede hablar por celular sin que se corte un par de veces la llamada. Tampoco es posible estar refrigerado los días de calor intenso; el aire fresco es el nuevo desestabilizador para los ojos del ministro. También lo será el gas cuando llegue el invierno y no alcance el combustible. La red de autopistas o rutas de más de dos manos apenas crecieron en la década ganada, mientras que el parque automotor se multiplicó por varias veces. No aumentó el porcentaje de gente con acceso al agua corriente y menos aún a las redes de saneamiento. Perdió el manejo del transporte después de que los trenes terminaran contra los andenes y no pudo revertir el déficit habitacional. Manejó millones como ningún otro ministro, sea para subsidios o para obras de infraestructura. Pero no pudo revertir las curvas. Más aún, pronunció varias.Ariel Coremberg, un economista que está a cargo del proyecto Arklems, que investiga la productividad y la competitividad de la economía argentina en coordinación con un equipo de la Universidad de Harvard, dijo que el stock de infraestructura no acompañó el crecimiento. Su colega del IEA, Ariel Casarín, cree que con un proceso lógico y ordenado de inversión, llevará cinco años salir del mal momento energético. Cristian Folgar, secretario de Combustibles del primer kirchnerismo, fue tajante: "Se acabó el dinero y ahora se ve la crisis".Así se presenta el décimo año de la gestión De Vido al mando de la infraestructura del país. Ya no hay tiempos para otros proyectos faraónicos. Deberá lidiar con lo que hoy existe. Y apelar a que no haga calor o frío. O sincerarse y pedir abanicos y frazadas.Junto a su colega, Carlos Tomada, ministro de Trabajo, se mantienen incólumes desde el día uno del kirchnerismo en el poder. El 26 de mayo de aquel lejano 2003 asumieron sus cargos. "Cuando una misma fuerza política gobierna durante mucho...

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