La otra cara del cuento

Una bruja, un par de princesas, una madrastra malvada, algún aldeano noble, un lobo, príncipes valientes..., el bien, el mal, el problema, su resolución. Parece simple, pero no lo es tanto. Es parte (sólo una parte mínima) del contenido de En el bosque, película musical dirigida por Rob Marshall, alguien que entiende del género.

Desde siempre los cuentos de hadas tuvieron muchos detractores y su valor transmitido en forma oral a través de los siglos fue menospreciado. Hasta que Carl Jung y Bruno Bettelheim dejaron en claro su valor. La narración oral de esos cuentos, a través de personajes y situaciones fantásticas, era la mejor forma de hacer que el chico creciera moral y emocionalmente sin necesidad de dirimir cuestiones más realistas. De algún modo estas historias fueron esenciales en la educación y el crecimiento de los niños, a su vez, fáciles de asimilar por ser una inagotable fuente de placer estético y de atractivas tipologías. Al identificarse con los personajes de los cuentos, los niños comienzan a experimentar por ellos mismos sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía, no como lecciones impuestas, sino como un gozoso descubrimiento, como parte orgánica de la vida. "Los cuentos de hadas simplificaban todas las situaciones. Las figuras no son ambivalentes, ni buenas ni malas al mismo tiempo, tal como en la realidad", explicaba Bruno Bettelheim en su célebre libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas.

El dramaturgo James Lapine y el compositor y letrista Stephen Sondheim, luego de haber trabajado en Sunday in the Park with George, abrevaron en los decires de Bettelheim y Jung para sumergirse en un desafío inmenso al crear el musical En el bosque (Into the Woods), estrenado en Broadway el 5 de noviembre de 1987, y sobre el cual está basada la película del mismo nombre que se estrenará pasado mañana.

¿Por qué todo el mundo parece ponerse de pie cuando se menciona a Stephen Sondheim? Porque fue figura vital en el desarrollo y la evolución del teatro musical. En un principio él hizo las letras de Amor sin barreras, Gypsy y Algo gracioso ocurrió camino al foro, pero consolidó su modo de hacer canciones en obras maestras como Company, Sweeney Todd, Sunday in the Park?, Into the Woods, Assasins y muchas otras. Él componía para que un personaje tenga un motivo real para expresarse cantando, no para que el espectador salga corriendo a comprarse el disco. No concebía canciones sin dramaturgia, sin un propósito. Eso distingue a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR