De un capitalismo de amigos al estatismo

Pasaron ocho meses desde que http://www.lanacion.com.ar/1499886-la-justicia-cerro-la-causa-por-enriquecimiento-ilicito-que-afectaba-a-la-presidenta . Durante ese lapso, la organización material del país ha asistido a una mutación extraordinaria. La Presidenta descubrió que los desequilibrios de la economía eran más graves de lo que había previsto. Pero las urnas le dieron un poder que tampoco había calculado. Esas constataciones inspiraron un cambio de régimen: la Argentina ha pasado del intervencionismo al estatismo. El tránsito siguió obedeciendo a una de las creencias más firmes del Gobierno: no hay restricción capaz de resistirse al ejercicio obstinado de la voluntad política.Todo estatista es intervencionista. Pero no todo intervencionista es estatista. La experiencia que va de 2003 a 2012 lo demuestra. Mientras Néstor Kirchner estuvo al frente de la economía, el sector público tuvo una enorme injerencia sobre el privado. Las intervenciones eran más frecuentes y más rigurosas en los mercados que más afectan a la política: la energía, la alimentación, los medios de comunicación. http://www.lanacion.com.ar/1493757-moreno-aumento-un-92-su-patrimonio fue el ejecutor por excelencia de esas incursiones.El avance de los funcionarios sobre las empresas pretendía, en principio, corregir perturbaciones ocasionales capaces de producir un costo político. Moreno podía mandar a "sus muchachos" a las mesas de dinero de los bancos para neutralizar una fuga de divisas, o forzar a las generadoras y distribuidoras de energía a operar a pérdida en un pico de demanda, o controlar los precios de la canasta popular. Pero eran el recurso de emergencia ante desviaciones excepcionales.Este intervencionismo también renunciaba a la estatización. Salvo que no hubiera otro remedio, como en Aguas Argentinas, Aerolíneas o Papelera Massuh. Kirchner sospechaba que para hacer estatismo carecía de Estado. Moreno está convencido de esa limitación.Con el ascenso de http://www.lanacion.com.ar/1499051-fuertes-criticas-al-mayor-poder-de-kicillof-en-empresas-privadas esta estrategia ha sido abandonada. Cristina Kirchner ya no se conforma con controlar al sector privado. Se propone dirigirlo.Las nuevas reglas se manifestaron en tres decisiones cruciales: la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, que otorga a las autoridades de esa institución un poder ilimitado sobre los bancos; la estatización de YPF y el decreto 1277 de planificación energética, por el cual la cantidad y el precio...

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