Cañuelas: una ciudad movilizada por nuevas acusaciones

Una noche de julio pasado, María Avellaneda, de 36 años, notó que su madre, Margarita Serrano, de 68, no paraba de toser. La llevó a la guardia del Hospital Municipal Ángel Marzetti de Cañuelas. Estuvo allí 10 días internada, tenía un edema pulmonar. El 21 de agosto, por primera vez, María la dejó en su casa en compañía de su hijo. A los pocos minutos recibió una llamada. Le dijeron que se había descompensado y que la ambulancia venía en camino. Fue directo al hospital. El médico que se encargó del cuidado de su madre en el camino era Joao Peixota Dos Santos Nieto -unos meses más tarde saldría a la luz que su verdadero nombre era y que había fraguado su identidad para poder ejercer la medicina-. La situación en la ambulancia se le dificultó. Y no supo cómo actuar. Margarita ingresó sin vida al hospital. Así lo denunció Avellaneda."La muerte de mi madre es responsabilidad de los directivos del hospital, Fabiana Ferreyra, Federico Pequeño, Diana Barcia y Hernán Carpio", contó a LA NACION Y agregó: "Vamos a realizar la denuncia para que esto se termine de una vez".Historias como la de Avellaneda empezaron a salir a la luz después de la primera denuncia que se radicó el 10 pasado en el Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio (UFI) N° 1 de Cañuelas. Allí la concejala Elizabeth Romero (Cambiemos) detalló que en el hospital había al menos , que sería Haggi Lacerda, de nacionalidad brasileña.Unos días después, la investigación periodística de Germán Hergenrether, que se publicó en el portal El Ciudadano Cañuelense, reveló que había otra médica falsa: Thais Soares Costa, también brasileña, que simulaba ser la doctora Sonia Banhuki Galvao.Ayer, toda la localidad estaba conmocionada por las denuncias. Y el epicentro era la puerta del hospital, que se inauguró en 1925. Curiosos, periodistas y móviles de televisión invadieron los alrededores.Dentro del edificio, en el que trabajan 390 personas, entre médicos, enfermeros y administrativos, no había pacientes. "Desde que explotó el caso y vinieron todas las cámaras el clima es raro. Esto no es así. Ahora no hay nadie. Generalmente, esto estalla de gente. Hay colas afuera. Siempre se agarran a piñas para entrar...

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