Cané (p), la ópera como pasión de vida

Los protagonistas de esta historia de pasiones no sólo empeñaron sus vidas tras ideales independentistas. Era preciso convocar las más profundas emociones de los jóvenes intelectuales del Plata a través de los grandes ideales de libertad y respeto entre los hombres, pero asimismo del arte, de las letras y de una música que se expresara a través de la escena y del canto. Es decir, la ópera, que a su juicio comprometía todas las fibras del ser sensible. La amistad de nuestros dos amantes de la ópera, Juan Bautista Alberdi (1810-1884) y Miguel Cané (p) (1812-1863), nacido hace justamente dos siglos, fue intensa, desde el día aquel en que ?Rousseau y su Nueva Eloísa mediante? se encontraron, o mejor aún, se descubrieron, en el Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires. Al clausurarse el colegio en 1830, el tucumano no supo qué rumbo tomar. Fue su amigo Cané quien lo llevó a su vieja casona de la calle Balcarce, donde vivía con sus abuelos. Según el historiador Jorge Mayer, las aficiones de Cané por la música se consolidan en la fraterna amistad con Alberdi, en esos años en que éste publica sus dos opúsculos sobre música, y mientras ambos cursaban Jurisprudencia. Eran los años bullentes en que se preparaba la generación de 1837. Tiempos de leer a Hugo, a Michelet, a Goethe y a Foscolo, al socialista Saint-Simon o a la "papisa" del Romanticismo, Madame de Staël.En 1836, alejándose...