En la canasta de los ejecutivos, la inflación le ganó a los sueldos

Para mantener el mismo nivel de consumo de marzo de 2008, un ejecutivo que vive en la Argentina tuvo que desembolsar en marzo de este año 528% más. Los datos surgen del relevamiento "Canasta del profesional ejecutivo" que la Universidad del CEMA (Ucema) elabora hace ocho años. En ese entonces los números indicaban que el consumo mensual de un ejecutivo y su grupo familiar (mujer y dos hijos), residente en el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires, tenía un costo de $ 11.787. El mes pasado esa cifra trepó a 73.556 pesos.

¿Cómo surgió la idea de construir este índice? "Como universidad dedicada a los negocios, la economía y las finanzas, nos propusimos hacer algo que le interesara a nuestro público, que por tener en general un ingreso diferente del de la media tiene también una canasta de consumo distinta a la de un ciudadano promedio. Queríamos capturar el impacto de la inflación en la canasta de consumo de la economía de altos ingresos", responde Alejandro Rodríguez, director del Departamento de Economía y del Centro de Economía Aplicada de Ucema.

Mensualmente se evalúan nueve rubros: alimentos y bebidas; indumentaria; vivienda y servicios básicos; equipamiento y mantenimiento del hogar; atención médica y gastos para la salud; transporte y comunicaciones; esparcimiento; educación; otros bienes y servicios.

Uno de los datos que destaca Rodríguez tiene que ver con la ponderación de cada ítem. "Una persona de bajos recursos destina una gran proporción de sus ingresos para alimentos, por eso las canastas que se construyen para medir pobreza o indigencia contienen casi exclusivamente eso. A medida que aumentan los ingresos esa proporción baja, se cambia el tipo de alimentos y bebidas que se consumen, y las marcas. El profesional ejecutivo manda a sus hijos a colegios privados, por lo que la participación de la cuota de la escuela también tiene otro peso. Los ponderadores cambian según la canasta", explica.

De hecho, cuenta que mientras en el índice tradicional del Indec el rubro alimentos y bebidas tiene un alza de 33%, en la canasta del profesional de Ucema la cifra baja a 20%. Algo similar ocurre con "esparcimiento": en el primer caso, la ponderación es de 8% y en el segundo, la categoría trepa a 14 %.

Además de la diferencia en la ponderación, la composición de los rubros también varía. Por caso, "alimentos y bebidas" de la canasta del profesional incluye comidas en restaurantes, ya que no se las considera esparcimiento, como sí lo hace el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR