Un campeonato, muchos intereses

Era lógico. La muerte de Julio Grondona no iba a desterrar viejos vicios que permanecían enquistados en la AFA desde hacía años. En ese reino de la desprolijidad, la costumbre es borrar con el codo lo que se escribe con la mano. Algo así sucedió con el ya famoso torneo largo, que hasta la reunión del martes (la primera sin el caudillo de Sarandí) iba a comenzar en febrero del año próximo y duraría todo el año. De febrero a diciembre.Lo que antes estaba claro, ahora no lo está tanto. "Está en estudio la posibilidad de volver a cambiar el formato para equiparar la temporada argentina a la europea", relató un dirigente grondonista que participó de la reunión. ¿Cómo sería? "Recién arrancaría en agosto del año próximo. Entre febrero y junio, la primera división estará integrada por 30 equipos, como estaba previsto. Pero podrían jugar en dos zonas de 15", prosiguió el informante.Será la Comisión de Torneos la encargada de estudiar el tema a partir de la semana que viene, aunque se estima que tendrá apoyos de peso. El presidente de Boca, Daniel Angelici (a partir del martes, también vicepresidente 1º del Comité Ejecutivo) señaló en conferencia de prensa que el torneo sólo tenía sentido con la presencia de Grondona. "Más allá de los cargos en esta nueva etapa, es una responsabilidad, junto con los demás presidentes, cambiar un formato. Un formato que sólo podía conducir don Julio por su experiencia", dijo Angelici. Belgrano (Córdoba) y Godoy Cruz (Mendoza) expresaron ru rechazo. "A nosotros no nos incentivaba mucho el formato del torneo. Tal vez haya que hacer algún cambio", había protestado José Mansur, máximo dirigente de los mendocinos, en TyC Sports.Armando Pérez, presidente de Belgrano (Córdoba), fue crítico con sus pares del comité ejecutivo. Y aseguró que "en la AFA se terminó la fiesta y ahora hay que pagarla". Desde su lugar, Pérez había sido uno de los dirigentes más críticos con el nuevo modelo de competición. Se quejó, sobre todo, de la financiación que recibirían los equipos a partir de 2015.La decisión del comité ejecutivo de la AFA de revisar lo que ya está escrito revela que los dirigentes que antes aparentaban estar mudos y eran abonados al sijulismo, ahora hablan. Intercambian opiniones. Deciden juntos. Hacen política. Se plantan, como pretenden plantarse, por ejemplo, los clubes grandes para que se les aumente la cifra que reciben por el Fútbol para Todos. River y Boca, entre ellos, pretenden bastante más que los $ 50 millones al año que ahora...