Campazzo: el pequeño guerrero centrífugo

RÍO DE JANEIRO.- Un metro setenta y nueve. Los números no mienten, aunque él se haya ganado la fama de mentir sobre su altura. Cree que decir que mide un centímetro más ya es algo distinto. Que amedrenta. El salto en la última jugada del último cuarto ante Brasil deja aun más dudas: el 7 tomó un rebote entre gigantes, le abrió la pelota a Andrés Nocioni y ya es historia conocida lo que pasó a falta de 3.8 segundos del clásico con Brasil en Río 2016. El 85-85 llevó el partido a tiempo suplementario y le dio aire a la Argentina con miras a un final de película.

"Fue un partido para el infarto. No apto para cardíacos", dice Facundo Campazzo. Y se ríe. Sabe que no escapa de los lugares comunes. "Que esta victoria no nos tape el bosque", agrega. Y vuelve a sonreír. El ida y vuelta de frases hechas puede ser interminable, y sigue con un "ahora hay que ir paso a paso". Hombre clave en el triunfo en el Arena Carioca 1, Facu firmó una planilla de 33 puntos y 11 asistencias. Tras algunos pasajes en que se mostró dubitativo en la toma de decisiones, mostró su mejor versión en la segunda mitad. "Fue un partido que tuvo todos los condimentos. Dimos un paso adelante en el juego. Dimos vuelta la página y corregimos los errores que cometimos contra Lituania. El que era más detallista ganaba. Fue un gran trabajo de todos. Es Brasil, en su cancha", analiza en la zona mixta. "Fuimos inteligentes", añade el cordobés de 24 años.

Es tan poderoso el chiquitín que Manu Ginóbili lo compara con un "Koh-i-noor". El secarropas de moda en los años noventas se destacaba por su pequeño tamaño...

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