Campagnoli dice que condenan a su gente al 'destierro'

El fiscal José María Campagnoli, suspendido y a la espera de un juicio político, denunció ayer una persecución contra su equipo de trabajo: sostuvo que mudarán a su gente, condenándola al "destierro", como represalia por sus investigaciones. " http://www.lanacion.com.ar/1662916-el-fiscal-jose-maria-campagnoli-denuncio-la-existencia-de-un-estado-totalitario, dijo.Campagnoli tenía a su cargo dos organismos: la fiscalía de los barrios de Saavedra y Núñez, y la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos con Autor Desconocido. De esta última depende la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), que funcionaba también en Saavedra y que hoy será mudada al centro porteño, al mismo edificio donde está el archivo sobre los casos de autores no identificados. http://www.lanacion.com.ar/1662881-mandaron-a-trabajar-al-archivo-al-equipo-de-jose-maria-campagnoli-que-investigo-a-lazaro-bae, dijo Campagnoli.La mudanza que critica es el último episodio de una guerra –hasta ayer silenciosa– que empezó hace dos meses en el edificio de Saavedra. En la Procuración acusan a ex empleados y funcionarios de Campagnoli de una campaña que incluye http://www.lanacion.com.ar/1657253-la-camara-avala-la-suspension-de-jose-maria-campagnolia las instalaciones eléctricas.Desde su instalación, la red de comunicaciones del edificio había funcionado sin problemas, pero la semana pasada dejó de andar. De acuerdo con los informes recabados por la Procuración General, los técnicos encontraron un cable desconectado y una "roseta levantada", algo que "no se produce como consecuencia del normal funcionamiento del enlace". Tampoco hubo luz el jueves ni el viernes pasados, cuando Cristina Caamaño, una de las fiscales que reemplazan a Campagnoli, pretendió instalarse en el lugar.Los ex empleados de Campagnoli niegan cualquier relación con estos hechos. Ellos dicen, en cambio, que Caamaño los interrogó y los amenazó con que perderían sus cargos. Elisa Carrió presentó ayer una denuncia penal contra ella por eso.De acuerdo con las acusaciones, Caamaño llegó a la fiscalía con un detalle de lo que habían escrito los diferentes empleados en las redes sociales (Twitter y Facebook) y los interrogó sobre esas publicaciones.En diálogo con LA NACION, Caamaño lo negó. "Yo no amenacé a nadie. Al contrario, cuando llegué hablé con cada uno y les dije que si no querían trabajar conmigo, yo estaba dispuesta a ayudarlos a conseguir el pase a otro lado. A uno solo de los empleados le dije que había advertido sus...

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