Cabrera camina en la cornisa luego de un comienzo frustrante

AUGUSTA.- Abrió el portón verde de Magnolia Lane y llegó a las entrañas del Augusta National para jugar su 15º Masters consecutivo. Hasta allí disfrutó de su situación idílica, en el despertar de esta ciudad. Pero el golf no fluyó y se encalló a cada paso. La experiencia resultó muy frustrante, por más que las condiciones y el escenario hayan sido perfectos. Ángel Cabrera se fue a dormir anoche con un dilema que, uno imagina, podría describirse con estas palabras: "Fui campeón acá en 2009, conozco la cancha de memoria, tengo a mi familia al lado, ¿qué me pasó?"Más allá del intento de interpretar los pensamientos íntimos del Pato, la realidad es que ayer el cordobés sucumbió con una vuelta de 78 golpes (+6) que le complican seriamente su continuidad en el primer Major del año. "Y si no paso el corte me voy a Córdoba, no hay problema", contestó seco, directo, y con el fastidio de un recorrido lleno de sinsabores.No hay dudas: en el green padeció la mayoría de sus problemas. "No pude hacer nada arriba de los greens, estaban difíciles. El viento seca y se hace el bogey fácil. La semana pasada, en Houston, anduve bien en el green el primer día, y después no emboqué nada. Habrá que pelearla", prometió Cabrera, que empleó 33 putts (dos de ellos quedaron en la boca del hoyo para birdie, en el 8 y el 10), en un giro estropeado definitivamente con el triple bogey del 11. En ese par 4 intentó pegar con fade en el segundo tiro, pero la pelota no tomó el efecto y se fue directo al agua. Enseguida, alrededor de la bandera, tres putts que le mellaron la confianza en la zona de definición, más allá del inmediato birdie del 12.Con sus tickets colgados del cuello, los espectadores se esparcieron en cada sector del campo de manera masiva, como si fuese una inmensa procesión. Y cuando observaban el abultado score parcial del cordobés no podían creerlo; tenían bien fresco en la memoria su título de hace cinco años y el electrizante desempate de 2013 ante Adam Scott. La sorpresa los invadía, ya que el Pato es un candidato natural para cualquiera. Otro dato llamativo del público norteamericano: detrás de las sogas se escucharon por lo menos tres comentarios que recordaban los últimos tramos del US Open 2007, cuando el cordobés combatía su ansiedad pitando un cigarrillo.Entremezclado con la...

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