Sin cambios importantes en un rumbo conocido

La ley de leyes de 2013, en líneas generales, no parece más que una ratificación del rumbo con sus aciertos y errores. Fuerte incremento del gasto para impulsar la economía sin preocuparse demasiado por las consecuencias inflacionarias ni por el hecho de que muchos recursos previstos para otros fines terminen financiando el rojo de empresas públicas que prometieron ser rentables.También otra vez Cristina Kirchner promete una increíble reducción del déficit fiscal. Lo hizo en 2011, cuando envió el proyecto de este año. Dijo que tendría superávit financiero de más de dos mil millones de pesos.Ahora el proyecto 2013 reconoce que este año cerrará con un rojo de más de 34 mil millones y promete que el año próximo habrá un superávit de algo menos de 600 millones.Según el texto, la Argentina continuará en 2012 sin tener acceso al mercado de capitales internacionales y continuará financiándose con deuda con el propio sector público, con reservas del Banco Central, con préstamos del Banco Nación y con una minúscula participación de los organismos internacionales.De este modo, en el año de una elección crucial para los cristinistas que quieren reformar la Constitución, el Gobierno echará mano de casi ocho mil millones de dólares de la reservas del Central, que no sólo servirán para pagar deuda con privados, sino también para gastos de capital, "siempre que tengan efecto monetario neutro". Es decir...