Lanús encontró un poco de calma con el éxito

Es apenas un consuelo, pero es una primera señal positiva. No existe un bálsamo para lo que representa siempre ir detrás de una competencia internacional, por menor que sea, y quedarse en el intento. Por eso, un primer paso exitoso en el certamen doméstico sirve como paliativo para una experiencia frustrante. Es así que Lanús sintió que la victoria por 1-0 ante Belgrano le representó una pizca de medicina para sanar las heridas por las caídas en la Copa Suruga Bank y la Recopa Sudamericana, y la eliminación temprana de la Copa Argentina.La cosecha de tres puntos alimenta la confianza, pero de ninguna manera puede tapar la falta de juego colectivo de un Lanús al que se lo advierte demasiado verde.Poco tiene que ver con el conjunto que Guillermo Barros Schelotto supo diseñar el año último y que fue protagonista en todas las competencias que tuvo por delante y ganó la Sudamericana.Marcar pronto le permitió manejar la propuesta al conjunto del Sur, porque en la primera parte del juego la tempranera conquista de Romero, en su vuelta al fútbol argentino tras su paso por Francia, ilusionó a los hinchas locales que imaginaron una victoria sólida y sin contratiempos. Pero el problema para el equipo local es que todo lo suyo se redujo a la inspiración individual de Romero y no mucho más. Y claro, la gente que estaba dolida por los traspiés que se encadenaron se lo hizo saber con muy poco público, apenas unos 5000 hinchas, y con algunos cánticos en contra del conjunto de los Mellizos.Lanús retrocedió unos metros y Belgrano, poco acostumbrado a salir de su área, se vio obligado a proponer algo más para intentar igualar el marcador, pero le costó demasiado. Mucho. Incluso, recién sobre el final de la primera etapa logró acercar algo de peligro sobre el arco de Agustín Marchesín. A los 41 minutos de la primera etapa, un centro de Guillermo Farré por el sector izquierdo generó el remate de cabeza de Jorge Velázquez que desvió el arquero de Lanús. Y cuatro minutos después, el delantero del conjunto cordobés, César Pereyra, pudo empatar el encuentro con un disparo que tomó a mitad de camino al guardavallas, pero no llegó al fondo de la red.En la segunda etapa la escenografía se presentó casi de la misma manera. Es que las limitaciones de Belgrano se potenciaron, porque más allá de las variantes que ensayó Ricardo Zielinski, la producción del conjunto visitante mostró...