Se calienta el debate sobre redes sociales y compensaciones

Una pizca de todo en su justa proporción, la valoración exacta del impacto de cada uno de los ingredientes y el sentido trascendental que se logra cuando la combinación funciona a la perfección.No se trata de la enumeración de un recetario culinario sino de algunas guías que surgieron luego de un profundo debate sobre el frágil balance entre la vida profesional y personal organizado por el suplemento Empleos de LA NACION y el IAE Business School.En el encuentro, que contó con el apoyo de la consultora Michael Page, se trabajó sobre dos tendencias en boga: el impacto de las redes sociales en los recursos humanos y las compensaciones a la hora motivar a los empleados y retener talento.Una encuesta de Reepler.com difundida para contextualizar el primer debate indicó que sólo un 7% de los consultados tuvo conciencia de que la información personal que había volcado a las redes sociales iba a ser usada por terceros. El mismo relevamiento estimó que otro 70% había rechazado a un postulante por lo que había visto de él en Internet."Las redes sociales están inmersas en la vida de la gente", afirmó Ezequiel Palacios, ejecutivo de Michael Page. Los números son contundentes: LinkedIn, la red más utilizada para reclutar tiene 120 millones de usuarios, Facebook, un espacio "más informal", 800 millones."La Argentina es el segundo país en el mundo, según el tiempo que los usuarios pasan en las redes sociales [10,8 horas por mes]", contó Florencia Coelho, jefa de investigación y training de la gerencia de desarrollo multimedia de LA NACION.En ese sentido, el impacto de la vida privada volcada a las redes sociales, como espacio público, calentó el debate. "La percepción general que se tiene es que es algo que no tiene nada que ver con el trabajo ?indicó Eugenio Marchiori, profesor del IAE?. A las palabras se las lleva el viento pero esta información queda ahí por mucho tiempo.""Tiene que haber un quiebre en la concepción que se tiene de la imagen pública y la privada. Hay un gran nivel de hipocresía en estos ámbitos [por los empresariales]", criticó Santiago Siri, fundador de la empresa de tecnología Grupo 42. Sus palabras retumbaron con fuerza en un auditorio repleto de directores de recursos humanos.El debate recaía sobre la valoración que deben asignarle los reclutadores a la información privada que aparece en Internet. "Se trata de un dilema ético", argumentó Marchiori. "La ventana está abierta, ¿debo mirar?", se preguntó."Estamos en un momento en el que las empresas...

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