Cafú: 'La selección argentina tiene que jugar para Messi, y dejar a Messi jugar. Si hace eso, es imbatible'
BERLIN, Alemania.- Marcos Evangelista de Morães integra una institución que otorga premios. Y es embajador en el ámbito del deporte. Está feliz con eso de andar por el mundo "llevando esperanza a los chicos que no tienen oportunidades". Nunca se emocionó tanto como cuando en Río de Janeiro la entidad entregó tres computadoras a tres garotos que no podían creer lo que recibían... Pero la situación no le recordó su niñez, vivida a unos 360 kilómetros de ahí, en San Pablo: "¡No tuve la oportunidad de recibir una computadora!", ríe hoy, en la comodidad de primer mundo de un hotel de Berlín.Su paso por la capital alemana se debe a la convocatoria de Laureus, esa academia que cada año galardona a los cracks internacionales y esa fundación que se interesa por mejorar por la vía del deporte las vidas de pequeños y jóvenes en el planeta. Este brasileño de 50 años se ganó ese derecho a coelegir a los ganadores de los premios Laureus porque su trayectoria en el fútbol le da un plafón enorme: conquistó los mundiales de 1994 y 2002 y llegó a otra final (1998), y es bicampeón de la Copa América (1997 y 1999) y campeón de la Copa Confederaciones (1997), y en el nivel de clubes obtuvo la Champions League (2006/2007), el Mundial (2007) y dos veces la Copa Europeo-Sudamericana y la Libertadores (1992 y 1993), más la Supercopa y muchos otros trofeos nacionales e internacionales, hasta sumar 23 títulos, en una carrera que incluyó a Milan, Roma, São Paulo, Palmeiras y Zaragoza.Pocos, muy pocos currículum como el de Marcos Evangelista de Morães, al que apodan "Cafú". Que en el fútbol brilló como defensor lateral derecho y disfrutó una emoción quizás tan grande como aquélla por darles las computadoras a los chicos, pero distinta: como capitán de Brasil, fue el primero en levantar la Copa del Mundo en Corea del Sur/Japón 2002. Está orgullosísimo de su carrera, no se anda con modestias y siente placer al hablar de sus logros. Pero el tema que más levanta su volumen y su tono de voz, el que parece apasionarlo más, es Lionel Messi. Cuando Cafú habla con LA NACION sobre el rosarino y su seleccionado, se entusiasma como quien discute de fútbol en una intensa charla de café. Y suelta una frase contundente: "Argentina tiene que dejar a Messi ser la estrella que él es".Esta noche, su admirado Leo y el equipo que en los últimos años ha sido "una cosa impresionante", "una selección sensacional" considerada individualmente, abrirán el camino de la eliminatoria hacia Qatar...
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