De la cabeza

"Esto tampoco es para hacerse los rulos." (De Cristina Kirchner, sobre el general Milani, sospechado de haber violado derechos humanos.)Pareciera que Cristina Kirchner tiene una fijación con los rulos. Aconsejó que nadie se los hiciera cuando la proclamaban "candidata eterna" y ahora sólo empuña la buclera para ver si puede disolver a golpes la piedra que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) puso en el zapato del jefe del Ejército, César Milani, su elegido, sospechado de haber cometido violaciones a los derechos humanos.Cristina tuvo que clavar el auto y, una vez más, no la ensordeció el chirrido de la frenada. Las sospechas sobre Milani no le cambiaron ni le cambiarán la agenda, como no se la mutó el polémico abrazo en el que se fundió en 2012 con José Dos Santos, presidente de Angola desde hace 34 años y gran represor de las libertades individuales en su país, o cuando se comparó con Muammar Khadafy, el extravagante mandatario libio, promotor de violaciones y torturas. "Ambos hemos sido militantes políticos desde muy jóvenes, hemos abrazado ideas y convicciones muy fuertes y con un sesgo fuertemente cuestionador al estatus que siempre se quiere imponer para que nada cambie", había dicho ella en 2008 comparándose con el "enrulado" dictador asesinado tras haber...

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