Buscan aliviar la crisis automotriz con más dólares

El jet lag la tenía ofuscada. Sin embargo, recién arribada de Rusia, la ministra de Industria, Débora Giorgi, ya tenía la agenda completa. Desde las 10.30 de la mañana de ayer recibió -ladeada por funcionarios que responden a Axel Kicillof- a once automotrices, primero en conjunto y luego individualmente. Les anunció un leve incremento en el cupo de disponibilidad de dólares, pero no a todas: el beneficio sólo llegará a las empresas que ven más comprometidas sus exportaciones por el voraz ajuste de la industria brasileña.

Desde el miércoles que viene, las compañías dispondrán de US$ 283,9 millones mensuales para el giro comercial (US$ 198,9 millones) y el pago de inversiones del sector (US$ 85 millones). Se trata de un aumento de 23% en relación con el cupo previo de 230 millones de dólares.

El acuerdo regirá hasta el próximo 30 de septiembre. Se trata de un lapso de tiempo que no otorga previsibilidad a una industria que requiere de alrededor de tres a cuatro años para decidir una inversión productiva, un cuatrimestre para hacer un pedido al exterior para el mercado interno o de un año para homologar un auto.

No todos ganaron. De acuerdo con la información a la que accedió LA NACION, el sector fue dividido en tres grupos. El primero, que seguirá recibiendo la misma cantidad de dólares que hasta ahora, está compuesto por Fiat, Toyota, Honda, Scania e Iveco. Allí se mezclan cuestiones de afinidad política, pero también, según contaron a este medio, están las empresas con mejor balanza de divisas, entre ellas, la japonesa.

Luego aparece un segundo grupo, que será beneficiado con un leve incremento: Renault, Volkswagen y Ford. Y, finalmente, un tercer grupo -el más problemático- al que se le incrementará aún más la disponibilidad de divisas: General Motors (GM), PSA (Peugeot-Citroën) y Mercedes-Benz. El nuevo criterio de distribución responde, interpretaron en la industria, a la fuerte caída de las exportaciones (que implica menos divisas). Las empresas reclamaron más dólares con el argumento de poder derivar parte de esa producción -que no puede venderse en el exterior- al mercado interno, en el que los concesionarios se quejan de la falta de oferta de vehículos.

Días atrás, en una reunión con periodistas en el Salón Library del Hotel Faena, Luis Basavilbaso, director general de Citroën y DS Argentina, lo explicó con un ejemplo propio. "El límite al crecimiento de la marca lo está poniendo...

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