Buitres internos, la última ofrenda

Parecía una reunión afectuosa y terminó exactamente en lo contrario. Era enero de este año y Gabriel Martino, presidente del , salió reconfortado de ver a . Pensó que se habían entendido. Tanto que, a las pocas horas, anunció un compromiso de inversión en sucursales. Acababa de transmitirle al ministro una perturbación que arrastraba desde hacía varios meses: se sentía hostigado por el Gobierno a pesar de que, dijo, el banco no sólo no estaba en la vereda de enfrente del proyecto, sino que además venía colaborando en la emisión de colocaciones de deuda de YPF.

Su problema eran en rigor tres multas del grupo aplicadas por la Unidad de Información Financiera (UIF) y una en la Justicia, por supuestas maniobras con la facturación. Kicillof se mostró en la charla como suele ser en privado, amable, pero después de despedir a su invitado levantó el teléfono, llamó a la AFIP y a la UIF y pidió todas las carpetas que tuvieran del banco. Una sonrisa no es garantía de nada en el Palacio de Hacienda. Días más tarde, el 23 de enero, el Gobierno convalidó una devaluación superior al 20% y, horas después, en conversación con Víctor Hugo Morales, Kicillof sacudió el sector financiero con información de primera mano: dijo tener datos de que el HSBC había generado, junto con Shell, la depreciación de la moneda con operaciones con dólares a valores más altos que los del mercado.

Aquel conflicto resultó finalmente anticipatorio de frecuentes encontronazos que, anteayer, terminaron en la denuncia que la AFIP le hizo al HSBC por presunta evasión y asociación ilícita. A veces las diferencias no son sólo administrativas. Además de pertenecer a una corporación que enfrenta en el mundo investigaciones por lavado, Martino tiene aquí el perfil perfecto para disgustar a la última camada de funcionarios del Gobierno: es, además de banquero, hombre de alta exposición en los medios. En aquellos días de enero, mientras él salía en diarios que lo mostraban en cócteles en Punta del Este, el kirchnerismo repasaba las fotos con ironías en jerga financiera: "Miralo al tipo, siempre bien lavadito", decían. Un año antes, Ricardo Echegaray, jefe de la AFIP, había sido incluso más mordaz en conferencia de prensa: "Les pido a las autoridades del HSBC que no insistan más en buscarme en eventos, como pasó recientemente en la Cámara Argentino China, donde estábamos por otros temas e insistieron en hacer gestiones, lobby, para explicar lo inexplicable".

Martino representa entonces el...

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