Buenos Aires perdida. El edificio levantado a principios de 1700 que fue convento, academia y asilo, y hoy es un ícono de la cultura

Fecha de publicación18 Marzo 2024
La fachada del Asilo de mendigos, a principios de 1900 Como si su destino estuviese escrito, el sitio que hoy alberga al Centro Cultural Recoleta (CCR) estuvo vinculado al arte hace más de 200 años. Para la década de 1810, cuando allí se levantaba el convento de los franciscanos recoletos se estableció también una incipiente Academia de Dibujo Según un informe histórico del Centro de Documentación, Investigación y Publicaciones del CCR (CeDIP), fue el fraile Francisco de Paula Castañeda, educador y escritor, quien la creó en lo que era en ese momento el Convento de la Recolección Si bien a mediados de 1815, fue trasladada al Consulado de Buenos Aires y luego continuó en una cátedra de la Universidad de Buenos Aires, la iniciativa del padre recoleto constituyó un antecedente directo de la enseñanza artística en el país y, de alguna manera, forjó la impronta del lugar que mucho tiempo después se convertiría en un espacio dedicado al arte y a la cultura. La Capilla y el pabellón del Asilo, circa 1900 Lo que hoy conocemos como el CCR fue primeramente el convento de los recoletos , que según explica la historiadora Marisa Vicentini, eran religiosos que provenían de la orden de los Frailes Franciscanos de la Recolección o Recoletos que invocaba la separación y recogimiento espiritual. Este fue un movimiento de reforma que surgió entre los franciscanos observantes en la segunda mitad del siglo XVI La Iglesia del Pilar y el convento tienen su origen en la motivación de Fernando Miguel de Valdez e Inclán, militar español, capitán de caballos, quien tenía a su madre muy grave en España y había prometido que si ella se curaba donaría las tierras que eran de su propiedad, para que se levantara allí un convento y una iglesia. "Como la madre finalmente se recuperó, el capitán hizo la donación", aclara la historiadora. Para 1716, el comerciante y constructor Juan de Narbona, cercano a Valdez e Inclán, había iniciado la construcción de la iglesia y del convento en un sector alejado de la entonces Plaza Mayor, actualmente, la Plaza de Mayo. Según explica Valeria Bortoletto, investigadora en el CeDIP, recién un año más tarde, en 1717, llegaría la autorización de Felipe V, rey de España, para la construcción de los claustros, sin embargo, Narbona ya había empezado la obra. Dormitorio del Asilo de mendigos El diseño del convento se dispuso de acuerdo a la estricta disciplina que los monjes debían acatar. De esta manera, la vida contemplativa y el trabajo se...

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