Buenos Aires perdida: el colegio alemán que vive en la memoria de sus exalumnos y en el que tocó la mítica Sui Generis

Fecha de publicación22 Abril 2024
Colegio Alemán Burmeister funcionó en Thames al 2200 hasta la década de los noventa En 2008, un exalumno del Colegio Burmeister decidió que era momento desempolvar recuerdos y convocar a la comunidad que había formado parte de la escuela cerrada en la década de los noventa. Se trata de Federico Costantino , de 52 años, que vive actualmente en Nueva York, y que se incorporó a la institución en el nivel secundario. "Le tengo aprecio al colegio porque, por un tema de salud, repetí un año y me permitieron reincorporarme. A nuestro colegio lo manejaba académicamente una familia, el más importante era el Sr. Krommel, de quién no recuerdo el nombre, pero su apodo era Tito. Él era el alma mater porque era profesor de alemán y de biología y quien manejaba toda la escuela", explica Costantino , que vivía a siete cuadras de la institución y egresó en los 90 cuando el colegio celebraba su 60 aniversario. "Fue una pena que en mitad de los 80 empezara la debacle, incluso cuando nos juntamos a través de Facebook, tuvimos la idea de reabrirlo en otro lado, una locura que, por supuesto, no prosperó", advierte Otra de las exalumnas que integra el grupo es Rosalía Albistur , de 63 años, que cursó séptimo grado y toda la secundaria en el Burmeister en la década del setenta. "El Facebook se armó para que los exalumnos pudiéramos volver a conectarnos, recordar anécdotas y subir fotos. También participan exdocentes", señala. Y recuerda que, originalmente, el colegio estaba en una casa de una planta -ubicada en Thames al 2200- con un fondo largo que casi daba a Uriarte, que se amplió progresivamente hasta que se inició la obra de un gran edificio de cuatro plantas al que asistían unos 500 alumnos. Si bien, en un principio concurrían muchos descendientes de alemanes, con el transcurso del tiempo, la institución se integró al barrio y la matrícula se pobló de quienes residían en las cercanías, como fue el caso de Albistur, que vivía enfrente. "Era un colegio mixto y hay que pensar que, en esa época, los colegios parroquiales eran de chicas o de muchachos, al igual que la escuela pública y eran pocos los establecimientos mixtos, uno era el Burmeister. En mi casa eran artistas, músicos y pensaban que era mejor una educación entre chicas y muchachos", explica. Así era el edificio del colegio Respecto a sus años en la institución, aclara: "Nuestra etapa fue particular, los setenta fueron una década complicada, asistían muchos hijos de militares y teníamos guardia dentro del...

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