Una buena noticia con muchos desafíos que quedan pendientes

El ministro de economía, Martín Guzmán, y el presidente Alberto Fernández

El Presidente anunció esta semana el logro de un acuerdo con el FMI . Si bien para su concreción queda camino por recorrer, el principio de acuerdo es una muy buena noticia para el país ante la alternativa de no acuerdo e incumplimiento de las obligaciones del Estado nacional con el organismo de crédito, situación en la que se encuentran Somalia, Zimbabue y Sudán . El escenario de no acuerdo provocaría una severa profundización de la crisis de confianza que enfrenta el país, con los consecuentes impactos económicos, sociales y, por ende, políticos, en el corto plazo.

El logro de un acuerdo, y posterior cumplimiento de las metas comprometidas, habilitaría al país a refinanciar los abultados vencimientos de deuda con el organismo, a la vez de recibir fondos frescos. Ningún país confiable hace frente al pago de sus deudas, ya que al vencimiento logran su refinanciación e incluso fondos adicionales a menores tasas de interés. Ahora bien, la crisis de confianza que enfrenta la Argentina obliga a realizar el pago de cada vencimiento, situación que resulta insostenible para cualquier estado o empresa . De esta manera, el logro de un acuerdo resulta fundamental para evitar la cesación de pagos. Este fija metas a cumplir, las cuales resultan deseables en pos de estabilizar la economía, aunque generan incertidumbre respecto de su logro.

La convergencia fiscal planteada está en línea con un desequilibrio financiable y sustentable para el país. Si bien a comienzos de año el ministro de Economía, Martín Guzmán , planteaba diferencias con el FMI sobre el sendero fiscal para el logro de un acuerdo, estas habrían desaparecido a lo largo del mes. La meta de un desequilibrio fiscal primario equivalente a 2,5 puntos del PBI para el corriente año, convergiendo al equilibrio en el año 2025, resulta razonable para un programa que busca reducir el financiamiento vía impuesto inflacionario .

La reducción del déficit disminuiría las necesidades de financiamiento, incluyendo la emisión monetaria. De acuerdo con los dichos del ministro, la emisión monetaria se reduciría del equivalente a 3,7 puntos porcentuales del PBI en 2021 a 1 por ciento el corriente año, dada la reducción en las necesidades de financiamiento. Esta emisión sería demandada por la economía, contribuyendo a disminuir los desequilibrio en el mercado de pesos y por ende sus efectos no deseados; la emisión de pesos no demandados...

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