La buena memoria musical de Argentina

Mucha de la obra de Leda Valladares está descatalogada. En ese sentido, el proyecto El camino de Leda cobra una nueva dimensión para la memoria de la música popular argentina. La artista murió en 2012. Sin embargo, su trabajo como recopiladora y difusora de los cantos anónimos de la copla es un legado clave de la música popular argentina.

Diez años de viajes y dedicación absoluta le llevó grabar, aprender y recopilar aquella biblia del canto anónimo y popular llamada Mapa musical argentino, concentrada en once volúmenes, que editó Melopea y reeditó en los noventa el C.C. Ricardo Rojas.

El otro proyecto que la posicionó en las generaciones más jóvenes fue su inclusión en el disco De Ushuaia a La Quiaca, donde trazó un puente generacional con León Gieco y Gustavo Santaolalla. Una tarea que seguiría en sus discos Grito en el cielo1 y 2 y el álbum América en cueros, donde traspasó su experiencia con la copla a rockeros como Pedro Aznar, Fito Páez, Fabi Cantilo y Federico Moura.

Leda nació el 21 de diciembre de 1919 en San Miguel de Tucumán, en una familia de clase media con muy buena educación y volcada naturalmente a la música. Su padre era serenatero, y su hermano, Rolando Chivo Valladares, uno de los grandes creadores del folklore, autor de joyas como "Subo" y profundo conocedor de la vidala.

En sus comienzos artísticos, Leda se bautizó con el nombre...