Buen regreso

RÍO DE JANEIRO (Especial).? Había pasado un cuarto de siglo desde la última participación de Argentinos en la Copa Libertadores. Lejos habían quedado aquellos tiempos de gloria para el club de La Paternal, campeón en 1985. Pero anoche, en su regreso, Argentinos rindió en gran forma, a la altura de su historia. A Fluminense, considerado uno de los firmes candidatos del torneo, casi se da el gusto de ganarle en su propia casa; en definitiva, el 2-2 terminó por quedarle bien a un partido muy entretenido.Sorprendió Argentinos con su planteo. En una versión utilitaria, apostó por un dispositivo de intenso despliegue para cortarle los circuitos al campeón brasileño, y además, trató de sorprender en el ataque. La propuesta le dio réditos en la primera mitad, a partir de un gran trabajo de Basualdo y de Mercier en el medio; con un equipo corto, con poca distancia entre sus líneas, más la velocidad de Niell y de Oberman para tratar de inquietar a la última línea local.Fluminense sólo se acercó con remates desde lejos de William y de Rafael Moura, ambos bien tapados por Navarro. El equipo carioca no supo encontrarle la vuelta al dispositivo rival; se repitió en los intentos por el centro, aun cuando Carlinhos había llegado con un par de incursiones peligrosas por la izquierda. Pero, a medida que transcurrían los minutos, Argentinos se sentía cada vez más a gusto con el desarrollo del encuentro.Al equipo de Troglio le faltaba profundidad para demostrar esa superioridad cada vez más evidente. Se vio perjudicado en una jugada en la que Niell remató cayéndose y André Luis apareció para despejar, aunque las imágenes demostrarían que la pelota superó la línea de sentencia, en un error conjunto del asistente César Franco y del árbitro paraguayo Carlos Torres. Pero, lejos de desanimarse, encontró la apertura poco después, en un tiro libre desde la derecha de Oberman que Niell peinó; el balón se desvió ligeramente en Diguinho y descolocó al arquero Cavalieri.Quedaba por ver si Argentinos podría mantener la diferencia durante la segunda parte, y sobre todo, la intensidad exhibida en el comienzo...