La fábrica de calzado GGM licenciará a 700 empleados

Más allá de la calma que domina el mercado del dólar, los problemas cambiarios no han desaparecido. Y, finalmente, serán 700 trabajadores quienes empezarán en los próximos días a sentir el rigor de la restricción externa.Esta vez el tapón a las importaciones afectó a GGM , una fábrica de calzado que preside el ex Alpargatas Guillermo Gotelli y que produce en la Argentina las marcas de zapatillas Pony, Asics y Signia."Lamentablemente, la importación de los componentes necesarios para fabricar productos acá se está demorando y por eso vamos a anticipar vacaciones. Nos está sobrando personal hasta que ingresen nuevamente componentes como producto terminado", dijo Gotelli ayer en el programa La mirada despierta, que conduce Nelson Castro por radio Continental.El empresario del calzado dijo que la planta que la firma tiene en la localidad bonaerense de Las Flores se ha quedado sin productos para mantener el nivel de fabricación y eso los obligó a tomar medidas. "En el caso de las partes [para construir zapatillas], por ejemplo, las suelas que son capital intensivo y que son un producto tecnológico, son importadas; los otros componentes se agregan acá. Eso necesita aprobaciones que se demoran y, al no tener los insumos en la fábrica, la gente queda parada. Por eso preferimos dar vacaciones", explicó.El ex CEO de Alpargatas agregó que la firma que preside tiene un acuerdo para exportar calzado terminado y que ahora teme perder esos contratos. "Tenemos algunas demoras que nos causan problemas. Lanzamos un proyecto de exportación de calzado Asics y conseguimos un contrato para exportar 700.000 pares por año, lo que nos convierte en el principal exportador de calzado de la Argentina. La lógica del proyecto es que tiene que producir superávit para poder abastecer el mercado interno. El sector en general tiene un déficit: importa 380 millones de dólares. Este proyecto revierte esa lógica: exportamos 700.000 pares e importamos algunos componentes para complementar el mercado mundial y, además, algunos productos para abastecer el mercado interno", agregó."Nos preocupa el riesgo de perder el contrato. Los compromisos de exportación tienen día y hora, sobre todo en una industria como ésta, que es estacional y se exporta para una determinada colección. Esa confianza es la que le hace bien al país, ya que, si uno cumple, puede cobrar mejores precios", manifestó.Desde la devaluación...

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