La oposición brasileña cierra filas para destronar a Dilma

RÍO DE JANEIRO. La oposición brasileña ya está intensamente en campaña. Aunque faltan diez meses para las elecciones presidenciales, el candidato socialdemócrata Aecio Neves aprovechó el deterioro de los indicadores económicos y el encarcelamiento de la ex cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) por el escándalo de corrupción del mensalão , para presentar esta semana su eventual programa de gobierno y redoblar los ataques con el objetivo de destronar a Dilma Rousseff."Nosotros encarnaremos el cambio de verdad que Brasil necesita", aseguró el martes el senador Neves, de 53 años, en un evento del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).Luego de desgastantes luchas internas, la agrupación cerró filas detrás de la candidatura del ex gobernador de Minas Gerais. El mayor obstáculo era su correligionario José Serra, de 71 años, ex gobernador del estado de San Pablo y candidato presidencial en 2002 y 2010, que soñaba con llegar al Palacio del Planalto. Pero cedió a la presión de la juventud partidaria y reconoció que Neves debía lanzar su candidatura sin demora."No podemos ver la apropiación del Estado brasileño por un grupo. El PT, que nació como propuesta transformadora y ya tuvo nuestro respeto, abdicó de eso. Hoy tiene un proyecto de poder. Ahí es un vale todo, es el diablo", señaló Neves al exponer las "12 directrices" que guiarán su administración si llega a la presidencia en octubre próximo.La ética y el combate a la corrupción, una gestión económica eficiente, inversiones en educación, salud y seguridad serán las prioridades del PSDB en 2014, un año que se prenuncia intenso.Si bien Rousseff se mantiene como favorita para la reelección, con el 47% de las preferencias, de acuerdo con la última encuesta de Datafolha -frente al 19% de Neves y el 11% de Eduardo Campos, del Partido Socialista, su popularidad sufrió un duro golpe con las protestas que sacudieron el país en junio en demanda de mejores servicios públicos, en contra de la corrupción y en rechazo al despilfarro de dinero en estadios para el Mundial de fútbol. La mandataria logró recuperar algo de la popularidad perdida, pero no volvió a los niveles de antes."En términos económicos, el trienio de Dilma fue decepcionante: el PBI creció un 2,5% en 2011, un 1% en 2012 y se espera que este año crezca en torno al 2,3%. La inflación está en el techo de la meta, en 6%. No se hicieron las inversiones en infraestructura que el país necesitaba con urgencia, se demoraron las concesiones...

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