Al borde del colapso

GRAN parte de las empresas distribuidoras de electricidad del país, en particular las de la región metropolitana de Buenos Aires, están mostrando un avanzado agotamiento financiero como consecuencia del irracional retraso de las tarifas a lo largo de toda una década. Esto les ocurre a pesar de haber reconocido precios también insuficientes sobre la energía recibida de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista de Energía (Cammesa) y ésta, a su vez, de las compañías generadoras.La principal responsabilidad de esta grave situación que provoca debilidad y riesgos en un servicio público esencial recae en el gobierno nacional. Bajo su jurisdicción regulatoria se encuentran las prestatarias más importantes y más comprometidas.Ha sido una política tarifaria equivocada, imposible de justificar frente a una persistente inflación que ha provocado el aumento constante de los costos operativos, incluyendo los salarios e insumos. Sin ir más lejos, anteayer, Transportadora de Gas del Norte (TGN) se declaró en convocatoria de acreedores, por lo cual su acción fue suspendida en la Bolsa porteña. La firma quedó en medio de un embrollo judicial tras haber fracasado en la renegociación de una deuda de US$ 347 millones.El modelo impuesto a las distribuidoras sigue siendo terminal. Se ha privado a sus directorios y administradores de la posibilidad de gestionarlas desde la razonabilidad, mientras el Estado ha reforzado su presencia, por ejemplo en Cammesa, con dos representantes de La Cámpora: Juan Manuel Abud...

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