Una bomba por explotar

Un intento por corregir de un golpe todos los desequilibrios que el kirchnerismo dejará puede llevar a un Rodrigazo, es decir a un traslado inmediato a precios de la devaluación. Y a una reacción inmediata de los sindicatos por la pérdida del poder adquisitivo del salario. Para hacer una corrección brutal de un solo golpe se requiere de un capital político que Mauricio Macri no tendrá cuando asuma. Por supuesto que el capital será infinitamente mayor que el que tenía Isabel Perón cuando intentó la corrección que terminó en el Rodrigazo. Pero todo indica que no habrá un imposición brutal de un paquete de remedios necesarios, pero con efectos colaterales insoportables.

Coincidieron hace pocos días en el punto el economista, consultor y profesor Ricardo Arriazu, y el sociólogo Eduardo Fidanza. "No están dadas las condiciones para hacer un shock; hacerlo en el aire sería un Rodrigazo y nadie lo va a hacer. Tampoco están dadas las condiciones como para aplicarlo gradualmente, ya que de intentarlo lograrían un éxito temporal", dijo Arriazu.

Así lo dijo en Descifrando el Futuro, la conferencia que anualmente organiza el Banco Industrial. Los inminentes ministros macristas parecen haberle dado la razón con sus primeras declaraciones.

En la misma ocasión, Fidanza explicó: "Macri ganó gracias a lo que llamo la ola, que es un movimiento de opinión que se vuelve mayoritario circunstancialmente, pero su victoria no se apoya en un hecho social consolidado. La mitad de sus votantes quiere algunos cambios, pero no un giro de 180 grados". Una fuente muy calificada del sector financiero coincidió: "Habrá que hacer correcciones que tendrán un costo, pero hará falta conciliación política para lograr que la gente acepte las medidas porque se logrará así conservar la fuente de ingresos, que puede ser el trabajo, la jubilación, los planes o asignaciones".

Por ejemplo, los bancos no ven más remedio que desde el Banco Central pagar en pesos y en los términos previstos, los contratos de dólar futuro, lo que requerirá de una fuerte emisión adicional a la montaña de pesos que ya circula. "Volver a incumplir los contratos no es buena idea para un gobierno que comienza y quiere restablecer la confianza", dijo, coincidiendo en el último aspecto con Arriazu, quien cree que para que la situación se estabilice y comiencen las mejoras ni siquiera haría falta al comienzo la repatriación de capitales, sino que finalice la fuga al dólar.

¿Pero cómo evitar que el aluvión de...