Bolsillo vs. precios: tras el salario perdido

¡Pido gancho! Aquella regla del juego infantil de la mancha, que implicaba ponerse al margen de la competencia por un rato, fue de alguna manera la adoptada por los negociadores de salarios de varios sectores de la economía, cuando en los primeros meses de este año y en medio de la incertidumbre decidieron firmar acuerdos semestrales en lugar de anuales. El objetivo fue poder ver qué pasaría con el factor que prima a la hora de evaluar los reclamos: la inflación. Si bien no son mayoría los acuerdos firmados con esa pauta temporal, sí incluyen a dos grandes gremios: el de comercio (firmó por 20% más pagos de monto fijo para el período de abril a septiembre) y el de la construcción (22 por ciento).

Cerca de cumplirse el plazo, el contexto ha variado y los números dan cuenta de una realidad de caída generalizada de los ingresos medidos en términos reales (es decir, cuando a los porcentajes de suba se los corrige por el efecto del alza de precios), en parte impactados por los ajustes tarifarios que, para los hogares, dan marcha atrás, pero sólo temporalmente.

Según proyecciones del Ieral de Fundación Mediterránea, la primera mitad del año cerró con una caída promedio interanual de 6,3% del salario real para el conjunto de trabajadores formales e informales.

Un elemento por el que se pronostica que la pérdida se recortaría hacia fin de año y podría revertirse el año próximo, es la visión de que se desaceleraría el alza de precios. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central sobre la base de las estimaciones de 62 centros de estudios indica que, en julio pasado, se esperaba una inflación para todo el año de 41,9% (hasta julio y según el instituto porteño de estadística, se acumuló un 33%), mientras que cuando transcurría marzo el Gobierno insistía con una meta anual de 25% (ahora consideran que ese objetivo se alcanzará en los 12 meses que van de abril de este año a marzo de 2017) y varios economistas ubicaban sus proyecciones en un índice cercano a 30%. El citado REM no se publicaba entonces, ya que se reconstruyó luego, tras años en que fue dejado de lado por efecto de la manipulación de datos en el Indec kirchnerista.

Es cierto que prácticamente ningún sindicato se ciñó a aquella proyección oficial. O, en todo caso, a ese porcentaje se acercaron más los acuerdos firmados por sólo seis meses, que contemplaron subas salariales de entre 17 y 23%. En los convenios anuales, la regla fue superar el 30% e ir hasta el...

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