En Boca sólo hay una atmósfera de despedida

SANTA FE.? Pese a que la esperanza no quiere irse, la tabla de posiciones dice que Boca comenzó a despedirse del torneo en esta ciudad. Sabían los xeneizes que debían llevarse un triunfo de la cancha de Colón para recuperar terreno. No supieron cómo hacerlo. Como el miércoles pasado frente a Arsenal. Como tantas otras veces en el pasado cercano.Este Boca volvió a ser Boquita. Tiene freno (a los rivales, en Burdisso y Schiavi, los centrales), pero le faltan aceleración, criterio. Le sobran ganas, energía, poder de destrucción. Carece de ideas, de circuitos futbolísticos, de talento puesto al servicio del equipo. Entre tanta pobreza, una luz: la aparición de Paredes, al que parece no pesarle la obligación de convertirse en la única dínamo de fútbol. Uno entre once jugadores que portaron la camiseta azul y oro. Parece (es) demasiado poco para un grande acostumbrado a pelear por la gloria grande.Los argumentos de Boca suenan a insuficientes para pelearles a dos equipos sólidos y trabajados como Newell?s y Vélez, que animan el torneo y parecen graníticos, a veces inexpugnables. El resultado de las falencias xeneizes es un equipo gris. Al que lo desbordan pocas veces, un gen típico de los equipos de Falcioni, pero que de mitad de cancha para adelante se nubla. Puro traslado en Erviti (el mejor) y los misiles que pueda sacar Paredes desde afuera del área. Más allá de que el juvenil de San Justo sueña y vive por el arco rival, su intención de apuntar y pegarle cada vez que recibe la pelota es un síntoma: rara vez sus compañeros se le abren en posición adecuada. No tiene interlocutores, y Boca se queda sin circuitos de juego; se transforma en un equipo sin guión ni partitura, que termina desafinando en todas las funciones.Si Boca ensaya el adiós al Inicial, todo hace pensar que Falcioni prepara su despedida del banco de suplentes. Si hasta no hace mucho le perdonaban el juego apático porque sacaba los resultados, ahora no lo ayudan ni los números: quedó a seis puntos de Vélez (al que visitará en Liniers dentro de una semana), cuando quedan quince puntos en disputa. Puede pasar que lo despache con goleada, sobre todo en un fútbol tan impredecible y parejo como el argentino. Será un oasis en medio de una...