Boca, sin presencia, fue abrumado por la clase de Vélez

Vélez es un equipo en alza, entusiasmado con la propuesta ofensiva de José Flores. Contagia optimismo, entendimiento y determinación, genera un fútbol de alto vuelo a partir de Pratto y Zárate, y ofrece una sobredosis de situaciones de gol en cada partido, donde se involucran todos, hasta los centrales. También es valiente para arriesgar a animarse a defender mano a mano en el fondo, como hicieron en varios pasajes Sebastián Domínguez y Facundo Cardozo con Gigliotti y el juvenil Acosta. Y tiene un mediocampista que jugó por todo lo que no hicieron Pablo Ledesma ni Fernando Gago juntos. Lucas Romero brilló con quites sin foul, entregas limpias, pases gol y hasta remates al arco. En él, en la figura de Domínguez, que en un momento apareció como wing derecho, y en un bloque con varias presencias destacadas, Vélez justificó una victoria que pudo incluso -ya desde la primera etapa- ser más abultada.

Boca perdió porque se encontró con un equipo que está por encima de sus posibilidades, pero también por limitaciones propias. Porque da un paso adelante como contra Estudiantes, pero inmediatamente retrocede dos en su búsqueda de identidad. Porque repite errores que vienen de arrastre en 2013, entre desconcentraciones, ventajas defensivas y falta de eficacia en el arco contrario. Carlos Bianchi hizo la lista de las cosas que le faltaron al equipo en el primer tiempo: "Presencia, regularidad, determinación, ambición, malicia y viveza". Destacó la reacción en el segundo periodo, aunque ya fue tarde. Es cierto que Gigliotti tuvo el empate en un par de definiciones fallidas, y que Forlín apareció con un cabezazo que se fue apenas alto.

Pero uno de los mayores problemas de Boca es que los jugadores no se hablan dentro del campo de juego. Ni siquiera para gritarle al compañero que está de espalda que lo están por presionar, que hay un rival a punto de sacarle la pelota. No hubo entendimiento, apenas algo aportado entre Rivero y Acosta. Sánchez Miño fue el mejor del equipo xeneize. Luego de que ante Estudiantes no estuvo ni en el banco, reapareció en Liniers con recorrido y entusiasmo, con remates al arco y centros bien...