Boca, un campeón que decidióblindarse

Apenas un puñado de horas del año nuevo y el blindaje ya se intensifica. Unos 50 hinchas de Boca se reparten entre las dos puertas de acceso que tiene el complejo Pedro Pompilio. El objetivo: una foto, un saludo, un autógrafo de alguno de sus ídolos... Cualquier cosa. Es cuestión de conseguir un gesto de los jugadores que semana tras semanas visten la camiseta azul y oro.

Pero la espera es estéril. La ilusión se va desintegrando. Ningún futbolista se detiene ante los pedidos. Tras más de un mes de vacaciones, todos pasan de largo a bordo de sus autos rumbo al estacionamiento. No saluda Carlos Tevez, siempre tan atento a estas cuestiones, pero tampoco lo hace el presidente Daniel Angelici, el mismo que a comienzos de diciembre fue reelecto justamente gracias al voto de los socios.

Los hinchas gritan, alzan las manos, piden, casi que ruegan. Los jugadores quedan expuestos ante la gente porque no les regalan ni unos segundos. Los futbolistas sólo piensan en llegar al estacionamiento para después ir hasta el Centro de Alto Rendimiento que tiene el club. Allí los esperaban para los estudios médicos de rutina, habituales en cada comienzo de temporada.

La asistencia fue perfecta. Multitudinaria. El primer refuerzo oficial, Jonathan Silva e incluso Leonardo Jara, que firmó su contrato por la tarde y se sumó al plantel. Más allá de la cantidad de futbolistas que asistieron en el primer día, la lista no será igual en un par de días, porque en breve varios emigrarán. Entre ellos, Jonathan Calleri, cuya venta a Europa es un hecho para todas las partes involucradas. Lo curioso es que sigue en el plantel y forma parte de la nómina oficial para la pretemporada. Ni los más conocidos ni los menos se dejaron ver. Nahuel Zárate, que regresó de Godoy Cruz y ayer tuvo una charla con el técnico sobre su futuro, Claudio Pérez (Belgrano), Luciano Acosta (Estudiantes), Ignacio Bonadío (Tigre) y Joel Acosta...