Blindados

Con los años -y los tropiezos- he ido formulando una serie de principios pragmáticos que intento respetar de forma sistemática. Un caso clásico de un principio pragmático es la Ley de Murphy. Imposible de demostrar y científicamente muy debatible, uno tiene la sensación de que en los hechos se cumple a rajatabla. A propósito, existe otra regla, todavía más ominosa, llamada Ley de Finagle, que sostiene que todo lo que pueda salir mal va a salir mal, y en el peor momento posible.Pues bien, uno de esos principios que sigo es el de que en una organización humana todo el mundo sabe todo. Puede que no se lo declare abiertamente, puede que solo se murmure en pasillos y conciliábulos. Pero todos saben todo. La política argentina es un...