Bien común e interés publico, fines del Estado

Para definir el bien común suele utilizarse un concepto unívoco que revela una gran diversidad en su enfoque político o filosófico. Esta situación ha generado confusiones y errores. El bien común no se opone a la autonomía del ser humano y tampoco implica que el disfrute de los bienes deba ser realizado siempre en común o en comunidad. La esencia del concepto propende a la plena realización de la dignidad y libertad de todos y de cada uno de los integrantes de una determinada comunidad. Menos aún se identifica con el interés del Estado que, como entidad superior, se encuentra al servicio de los administrados y no a la inversa. El estatismo representa, en todas sus aplicaciones, un falso principio doctrinario que resulta totalmente opuesto al bien común por más que, paradójicamente, constituya el fin del Estado en la teoría política.

Como el centro de todos los principios radica en la dignidad de la persona humana , el binomio justicia y bien común carecería de sentido sino no está orientado hacia la realización de la autonomía plena de todas y de cada una de las personas que integran la comunidad estatal. En el plano de la teoría política, con sus avances y retrocesos, el contenido del Estado de Derecho se ha ensanchado con los aportes provenientes de sucesivas tipologías: Estado Social y Democrático, Estado de Bienestar y, actualmente, Estado Regulador y Garante, que representa la recepción del principio de subsidiariedad en este modelo de Estado que propicia la doctrina europea como pieza central del Estado de Derecho Constitucional.

En esta concepción, el principio de subsidiariedad se erige como regla central de la actuación del Estado , en cuanto permite la plena concreción de los esfuerzos y capacidades de las personas y grupos intermedios de la sociedad, cuyas iniciativas resultan ser las más adecuadas y eficientes para la satisfacción de las necesidades humanas, tanto individuales como colectivas. La vigencia y aplicación de la regla de la subsidiariedad reviste una condición suficiente y necesaria en el combate contra la pandemia (tal como ha ocurrido y ocurre en EEUU). De lo contrario, si todas las acciones de protección de la salud se dejan en manos exclusivas del Estado crecerá seguramente la ineficiencia, generándose un ambiente propicio a la politización y, en algunos casos, a corruptelas entre gobernantes y empresarios.

Lo que es común (a todos y a cada una de las personas) no se identifica con los diversos sentidos que posee...

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