La batalla de los turbocompresores

Una nueva contienda tecnológica parece estar comenzando entre los fabricantes de automóviles. Durante mucho tiempo, la disputa pasaba por contar con el auto de serie más potente, el más veloz o el de mejor aceleración.

Ahora, por lo menos entre Audi y BMW, la batalla es ver quién es más eficiente con motores sobrealimentados. Básicamente, utilizando turbocompresores.

La puntada inicial la dio la marca de los cuatro anillos con la presentación de la última generación de sus motores TDI, equipados con un compresor eléctrico, que permitiría terminar con el famoso turbo-lag; es decir, la demora de los turbos convencionales para entrar en funcionamiento pleno según la velocidad de los gases de escape.

En realidad, el sistema de Audi es biturbo, ya que este turbo eléctrico se complementa con uno normal. ¿Cómo? Cuando este último no recibe gases de escape con suficiente velocidad para mover la turbina, un motor eléctrico fuerza el ingreso de aire admisión, ayudando al turbo estándar en su labor.

Aunque no ha dado mayores precisiones oficiales, BMW estaría por responder con un nuevo motor diésel con cuatro turbocompresores ya sea en serie y o en paralelo para reducir todo lo posible el turbo-lag. La cuestión es si esos turbos serán...