Con Barrionuevo, Caló y Moyano, la CGT calmó la interna y definió ir al paro

, y tuvieron que reaparecer ayer en una cumbre secreta de la cúpula de la CGT para calmar la interna y mantener a la tropa alineada. Los tres jefes sindicales, gestores de la reunificación que se concretó en agosto pasado, dieron el visto bueno para que se defina el jueves que viene, en la reunión de consejo directivo, la fecha de lo que sería el primer paro general en contra de la gestión de .

El dilatado paro tendría fecha definida: sería entre el 4 y el 6 de abril. La propuesta inicial fue impulsada por los gremios del transporte, un brazo sindical vital para garantizar el impacto de la huelga.

"El paro es un hecho", coincidieron ante LA NACION tres asistentes de la reunión reservada que se hizo ayer en Obras Sanitarias. Se acordó allí, además, avanzar en un documento común para tomar distancia de los violentos disturbios que cerraron la movilización del martes pasado. El mensaje de la CGT señalará a militantes del kirchnerismo y de la izquierda como los responsables de los desbordes, y argumentará que el ataque a los dirigentes fue orquestado.

Después de lo que sucedió en la marcha, es probable que el eventual paro sea sin movilización, a pesar de que Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato de mando, propuso lo contrario. Durante la reunión, Caló confirmó que la UOM, el gremio que conduce, fue citado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para el martes próximo con el fin de explorar alternativas ante la baja del empleo producto de la apertura de las importaciones. Entre los gremialistas, nadie confiaba ayer en que el Gobierno pueda ofrecer algo a cambio que pueda detener el avance del paro.

En la mesa, Juan Carlos Schmid insistió en la necesidad...

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