Barrabravas para Todos

"No hay que estigmatizar al barrabrava."

(De la diputada kirchnerista Diana Conti, al rechazar un proyecto de ley impulsado por el sciolismo para tipificar como delincuentes a los integrantes de las barras bravas.)

La disputa entre cristinistas y sciolistas tuvo un capítulo inesperado, cuando tras los violentos incidentes provocados por hinchas de Laferrère en La Matanza, el gobernador bonaerense y líder espiritual de Villa La Ñata Sporting Club, Daniel Scioli, alentó a sus diputados nacionales a reflotar un proyecto de ley de Martín Insaurralde tendiente a modificar el Código Penal para tipificar como asociaciones ilícitas a las barras bravas y reprimir con prisión o reclusión de dos a ocho años a los miembros de esos grupos que participen en sucesos de violencia o faltas al orden público.

Ni lerda ni perezosa, Diana Conti -la diputada que lanzó alguna vez el proyecto "Cristina eterna"- expresó que aquella iniciativa estigmatizaba al barrabrava y logró que el bloque oficialista la frenara. Por su cabeza, pasó la romántica defensa que hizo Cristina Kirchner de "esos tipos colgados del paravalanchas con la bandera, que nunca miran el partido y arengan, arengan y arengan". Ninguna de las dos reparó en que, entre esos "buenos muchachos", además de pingües negocios vinculados con la droga y la reventa de entradas, germina la estigmatización. Basta escuchar sus cánticos que con frecuencia castigan a homosexuales, bolivianos, paraguayos y policías, para no hablar de sus habituales tropelías.

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