Ellos bailan bajo la lluvia

En un principio, nada une a Pichón Baldinu con Flavio Mendoza. De revisar muy por arriba sus historias, Pichón, durante ese período de la década del 80 que fue una fiesta, estaba influenciado por cierta tendencia punk que dejó su marca en el mítico grupo La Organización Negra. Para esa época, seguramente Flavio andaba correteando por una carpa de circo. De hecho, forma parte de una quinta generación de familia de artistas circenses. O sea, mientras uno coqueteaba con signos de la vanguardia, la performance, el trabajo aéreo, la utilización de los elementos naturales y la música industrial; el otro formaba parte de un género de absoluta raíz popular que, para ese entonces, en nuestro país todavía no había estrechado sólidos vínculos con formatos más experimentales del arte circense (lo que, desde hace un tiempo, conocemos como Nuevo Circo o Circo Contemporáneo).En los noventa, Pichón, junto a su ex socio Diqui James, recorría el mundo con Villa Villa , mientras que Flavio se metía de lleno en el mundo de la revista transitando esa delicada (y sólida) línea en la que la lentejuela y el strass ofician de puente entre el mundo del circo y el género revisteril.Mañana, y el próximo sábado, Pichón Baldinú presentará en Mar del Plata El hombre vertiente , su última creación...