Azurduy le dice adiós a la Casa Rosada y viaja hacia el Centro Cultural Kirchner

Más de cuatro años después y con $ 120 millones menos en las arcas del Estado, las esculturas de Juana Azurduy y Cristóbal Colón continúan rodeadas de polémica. Mientras el monumento que rinde homenaje al navegante genovés permanece desguazado en la Costanera Norte, donde ya debería estar montado, mañana empezará el operativo para trasladar la figura de la heroína del Alto Perú hacia la plaza Correo, junto al Centro Cultural Kirchner (CCK), su nuevo destino.

El movimiento se realiza por el proyecto del Paseo del Bajo, que conectará las autopistas Buenos Aires-La Plata e Illia y contempla la construcción de un espacio verde lineal entre la Casa Rosada, el edificio de la Aduana y el CCK. La obra demanda la reforma de la avenida de la Rábida y la reducción de la superficie del parque Colón, que hasta junio de 2015 alojó a Colón y hasta mañana cobijará la escultura creada por el artista Andrés Zerneri. También implica la relocalización del monumento de Juan de Garay (hoy en la plazoleta de Alem y Rivadavia) y del Mástil Nacional.

El proyecto fue la excusa perfecta que encontró el gobierno nacional para desplazar la estatua solventada por el Estado de Bolivia con la donación de un millón de dólares. Fue considerada parte de la herencia recibida de la ex presidenta Cristina Kirchner, que en mayo de 2013 anunció su intención de reemplazar a aquél por ésta y encendió una polémica que continúa hasta hoy. A los $ 120 millones invertidos en los operativos de traslado de Azurduy y Colón, se le sumará una nueva erogación de la administración porteña, que asumirá los costos de la nueva mudanza.

Desde mayo de este año se sabía que septiembre sería el mes destinado a ese movimiento, pero hasta ayer se desconocía la fecha. Los trabajos preliminares empezaron hace varios días en el patio de la Casa Rosada, donde Colón se hospedó durante 90 años. Allí se está desarmando la base de material que soporta las 25 toneladas de bronce de Azurduy. Mañana se iniciarán las tareas sobre la escultura, que deberá ser desmontada y ajustada para luego, pasado mañana, emprender su viaje.

En la base del monumento, que será demolida, se montará una estructura llamada trineo, en la que se calzarán los ganchos de dos grúas (cada una de 70 toneladas) que izarán la escultura para depositarla en un carretón tirado por un camión. El vehículo avanzará luego por avenida de la Rábida hacia Alem, ocupando tres carriles, hasta llegar al nuevo destino previsto para Azurduy. Por esa razón...

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