Aymeric Chauprade: 'No va a haber democracia tras la caída de Al-Assad'

La caída de sucesivos tiranos en Medio Oriente fue rápidamente catalogada como la "primavera árabe", un juego de dominó celebrado como una saludable bienvenida a la democracia en una región asolada por dictaduras. Pero, un año después, lo que queda es una resaca de regímenes inestables en países desgarrados por sectarismos étnicos, religiosos, y con el futuro a la deriva.Así lo ve el francés Aymeric Chauprade, doctor en ciencias políticas, asesor internacional en geopolítica y director de la Revue Française de Géopolitique. "No estoy para nada seguro de que estemos en una «primavera árabe». Al contrario, creo que los árabes están sufriendo una regresión", dijo Chauprade a LA NACION, en el marco de una charla en la Universidad del Salvador, donde expuso sus conclusiones parciales de este fenómeno social y político.El ejemplo de esa regresión es Siria, donde Chauprade difícilmente ve un futuro promisorio, con o sin el cuestionado presidente Bashar al-Assad, líder de un país envuelto en un conflicto armado que ya dejó 9000 muertos. "Desde un punto de vista filosófico o intelectual, es cómodo decir que el caso de Siria es sólo el de un dictador contra su pueblo, y decir que luego viene la democracia. Pero si vemos la situación, eso no va a pasar: no va a haber una democracia después de la caída de Al-Assad", afirma Chauprade, un académico realista, ajeno a la corrección política.Acostumbrados a un siglo de sinuosa alternancia entre democracias y dictaduras, desde América latina es difícil comprender que a una dictadura no la sustituya naturalmente una democracia. Pero el mundo árabe tiene reservadas muchas sorpresas a ojos de un extranjero, como las divisiones comunitarias y religiosas."A veces no hay soluciones optimistas, como a todos nos gustaría. En Siria hay un régimen muy autoritario que reprime a parte de su pueblo. Pero el problema es que no sólo se trata de un dictador contra su pueblo, se trata también de una guerra civil entre comunidades. Sobre todo, los alauitas y los cristianos, que son minoritarios [y cercanos al poder], tienen miedo de la llegada de los islamistas sunnitas, porque temen una purificación étnica si cae el régimen de Al-Assad", dice Chauprade.Estallido sectarioSegún Chauprade, el camino que está tomando Siria puede conducir al mismo destino que Libia o Irak, es decir, la división comunitaria. Son varios los escenarios en vista, ninguno de ellos alentador: "Puede haber una partición, una división del país. Puede haber una...

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