Sin avances por el ataque a San Ignacio de Loyola

Hace poco más de un mes, cinco estudiantes secundarios rompieron cerraduras e ingresaron, a través de un túnel histórico, a la iglesia San Ignacio de Loyola, el primer templo católico de la ciudad, en la mítica Manzana de las Luces, y lo profanaron. Por la gravedad de lo sucedido, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, encabezó el ritual de desagravio que la Iglesia prevé para estos casos. Luego de rociar con agua bendita mezclada con sal, echar incienso y rezar en los lugares profanados, Poli celebró una misa en la que participaron más de 2000 personas.Los autores de la profanación, alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), participaban de una toma de ese edificio. Produjeron un principio de incendio y quemaron el sillón destinado al celebrante; orinaron un crucifijo y, entre otros disturbios, escribieron en el piso leyendas como "Hipócritas: ni...