Austeridad y conductas ejemplares

Pocas semanas después de la dispendiosa megarrecepción que el gobernador tucumano, Juan Manzur, ofreció al candidato presidencial Alberto Fernández, cuyo costo rondó los 20 millones de pesos, financiados con dineros públicos, la dirigencia política continuó dando muestras de su descaro, especialmente con el uso discrecional de aviones oficiales y privados para actos de la campaña electoral.Un ejemplo -un pésimo ejemplo, en rigor- se vio el 17 de octubre último en Santa Rosa, La Pampa, donde candidatos, gobernadores y dirigentes del Frente de Todos celebraron el Día de la Lealtad peronista. De acuerdo con las informaciones periodísticas, al menos siete mandatarios provinciales se movilizaron para asistir a ese mitin en aviones oficiales o privados.Las imágenes de las aeronaves en la pista del aeropuerto provincial, mayoritariamente con matrícula indicativa de que se trataba de vuelos chárter contratados, se viralizaron rápidamente y dejaron en evidencia el escaso espíritu de austeridad de muchos de los gobernadores. Entre ellos, el propio Manzur, que semanas atrás había puesto a disposición de la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y del dirigente Fernando Espinoza el avión sanitario de la provincia de Tucumán como taxi privado para su traslado a la citada gran comilona con la que se agasajó a Alberto Fernández.Los malos ejemplos no terminan ahí. El 24 de septiembre, alrededor de una docena de gobernadores peronistas también habían viajado en aviones sanitarios y oficiales para participar de un acto partidario del Frente de Todos en Mendoza.Pero lejos de concluir aquí, la polémica sobre el uso de aviones oficiales para hacer campaña alcanza a otra fuerzas políticas y al propio oficialismo.Como publicó días atrás LA NACION, el presidente Mauricio Macri también se movilizó durante la precampaña electoral a bordo de la flota de aeronaves de la Presidencia, al tiempo que aprovechó varias recorridas oficiales para hacer actividades proselitistas, en las que se trasladó en los aviones Tango.Se trata de una vieja y mala costumbre de la que hay muchos antecedentes negativos. Por caso, allá por 2005, cuando era primera dama y competía por una banca de senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, Cristina Kirchner no dudó en utilizar el helicóptero presidencial en sus recorridas por el mayor distrito del país para la campaña electoral. Nunca se supo que su partido político le hubiera pagado al Estado nacional por los costos que esa...

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