Audaz comienzo de temporada

MONTEVIDEO.- Detrás del escenario, en el tiempo de aflojar tensiones y brindar entre elenco y amigos, Julio Bocca no podía ocultar los nervios del estreno de la temporada 2011 del Ballet Nacional del Uruguay. Es eso que el artista siente al poner ante el público una obra, en este caso que sale de lo tradicional y hace una apuesta fuerte, arriesgada, pero que no correspondía a falla alguna. Otra vez, como en la temporada 2010, el ballet uruguayo había sorteado con éxito la prueba ante una platea que ovacionó a todo el elenco.Nervioso, pero muy satisfecho. "Estoy feliz, salió todo muy bien, todos trabajamos mucho y ha salido muy bien", dijo Bocca a La Nacion mientras recibía felicitaciones de autoridades y amigos, en un espacio detrás del escenario.La presentación de Un tranvía llamado Deseo fue deslumbrante. Miles de uruguayos que se volcaron a ver espectáculos de esta naturaleza, luego que Julio Bocca se hiciera cargo del Ballet Nacional del Sodre (BNS, por la sigla del ente público de cultura), disfrutarán en los próximos días de una obra que sorprende por una puesta en escena que atrapa de principio a fin, una coreografía muy exigente para los artistas y una respuesta del elenco acorde a las pretensiones de un director que busca la excelencia.El coreógrafo argentino Mauricio Wainrot, que estrenó esta versión hace ocho años con el Ballet de Santiago, asume el desafío de un espectáculo basado en la obra teatral de Tennessee Williams, pero cuyo punto de partida es justamente el final de Un tranvía llamado Deseo .La obra que se presenta en el Auditorio Adela Reta, del centro de Montevideo, comienza cuando la protagonista, Blanche Dubois, es llevada a un hospital para enfermos mentales y continúa con sus recuerdos deshilachados de una vida turbulenta. Los flashbacks no dan respiro a la platea y la obra deslumbra con imágenes fuertes, conmovedoras por lo que transmiten y por la fuerza propia de una danza que combina el ballet clásico con el arte contemporáneo. Y que no se limita a bailar muy bien, sino que pone acento en la interpretación de los personajes y de sus momentos más dramáticos. El lucimiento de Rosina Gil en el papel de Blanche (que alterna...