El ataque que obliga a los del fondo

S uperada la quinta fecha de las eliminatorias, con triunfo incluido frente a Ecuador, y además de mantener el liderazgo, quedaron detalles positivos en lo futbolístico que es bueno resaltar. Señales que salen de los pies de los hombres de ataque del seleccionado, especialmente de la distinguida zurda de Lionel Messi y la capacidad goleadora de sus acompañantes. Claro que la defensa sufrió algunos problemas de acoplamiento que vienen de arrastre.Se podría decir que pasó lo que muchos pensaron ver antes del encuentro, cuando se conoció la posibilidad de que Sabella apostara por el tridente de ataque conformado por Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero. Como si se tratara de una profecía futbolística, fue una tarde de victoria y de goles frente al conjunto ecuatoriano. En determinadas oportunidades los triunfos responden a causas evidentes, a factores que son una consecuencia directa de la fisonomía de los equipos. La Argentina puede presumir de haber obtenido los tres puntos en forma merecida. Sustentada en la superioridad que ejerce su poder ofensivo sobre el rival. El ataque estuvo arriba en los índices que marcan la diferencia: desequilibrio, precisión en velocidad y efectividad delante del arco adversario.El valor del ataque es determinante con esta generación de delanteros. El seleccionado cumple con el precepto futbolístico que debe tener un equipo para ganar los partidos: el gol. Esto es, gracias a un talento creativo superior al resto y que es envidia del planeta: Messi, que además de su cuota de gol asume el rol de conductor y de cerebro que tanto se necesita para manejar los partidos. Y dos delanteros referentes como fueron Higuaín y Agüero. Ambos tuvieron rendimientos determinantes, que provocaron contagio en volantes como Ángel Di María.Como para encarar la reanudación de las eliminatorias sobre una base de sustentación homogénea, el técnico Alejandro Sabella conversaba en la intimidad que su principal materia pendiente era la consolidación de un funcionamiento defensivo más estable. Es que aun llegando poco, los rivales de turno del seleccionado, con simples avisos, desnudaron algunas equivocaciones en la retaguardia. Y a pesar de estar en lo alto de las eliminatorias, para el seleccionado argentino está latente la necesidad de no cometer errores en ese sector del equipo donde las equivocaciones se pagan con goles.Para este partido con Ecuador, en las prácticas en el predio de Ezeiza se hizo hincapié en achicar el margen de error en resguardo...

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