El ataque a la AMIA, un acto de agresión del Estado iraní

El de 1994 ¿fue un atentado terrorista o algo más?

Es probable que algo más, porque los acusados por el gobierno argentino de planear el atentado no eran, en sentido estricto, un grupo terrorista, sino altos funcionarios de un gobierno extranjero.

"En octubre de 2006, al responsabilizar directamente al gobierno de Irán por el atentado terrorista que demolió en 1994, los fiscales que investigaban el ataque pidieron la captura internacional de siete ex funcionarios iraníes", informó este diario el 26 de septiembre de 2012.

Las sospechas y el pedido de detención internacional fueron lo suficientemente serios y graves como para que la asamblea general de Interpol y su comisión directiva aceptaran el pedido y emitieran las órdenes de detención solicitadas por el juez Rodolfo Canicoba Corral (las alertas rojas). El trámite no fue para nada rutinario, sino que implicó un debate donde mayoritariamente se rechazó la presión de los representantes iraníes que trataban de bloquear esa decisión. Finalmente, la lista original hecha por la justicia local se redujo a seis personas, que fueron incluidas en las órdenes de captura libradas por Interpol.

En suma, la Argentina sostuvo que el Estado iraní ordenó el ataque y un órgano internacional consideró plausible ese supuesto. No se trata de un delirio nacional, sino de una acusación aceptada por la organización que coordina a todas las policías del mundo. Cuando un Estado ataca a otro, la calificación de "terrorista" parece insuficiente; en rigor, parecería ser un acto de agresión a la Argentina por parte de una potencia extranjera.

Si esto fuera así, creo que no sería necesaria una extensa argumentación para imaginar las acciones internacionales no exploradas durante estos veinte años que podrían abrirse. No se trataría de un conjunto de individuos sospechosos, sino de un Estado extranjero sospechado de un acto de agresión en el territorio nacional.

Pero, lector, aquí entramos en un territorio incierto y pleno de controversias: ¿cuándo un Estado comete una agresión contra otro? Son muy pocos los instrumentos jurídicos internacionales que dan precisión en esta materia. La razón es tristemente sencilla: los grandes poderes del mundo no tienen mucho interés en que un sistema jurídico regule las relaciones mundiales porque eso implicaría que todos serían iguales ante la ley internacional. Es decir, las potencias que tienen -por definición- más poder que el resto se verían igualadas a los más débiles. Mal...

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