La asunción de Donald Trump

El empresario Donald Trump asumirá hoy la presidencia de los Estados Unidos. Llega a ella con el Partido Republicano y con él deberá gobernar a pesar de que no siempre se alineó ni con su estilo ni con sus puntos de vista. Por lo demás, está claro que alcanzó la presidencia porque se trató de elecciones indirectas. Obtuvo su puesto aun cuando perdió por casi tres millones de votos individualmente respecto de los conseguidos por la candidata demócrata, Hillary Clinton.

La campaña electoral fue particularmente larga y dura. Mostró una sociedad norteamericana dividida, enfrentada y en medio de una profunda guerra cultural claramente visible a lo largo de la última década.

Trump, a los 70 años, es un experimentado empresario, pero un neófito de la política. Tiene probada capacidad para improvisar y sorprender, pero es un iconoclasta arrogante, provocador, impredecible y muy osado. Su fuerte temperamento es fuente de preocupación. Satura y desafía, con un estilo bien distinto al de sus antecesores.

No obstante sus muchos detractores, hay también quienes creen que puede resultar uno de esos presidentes que cambien la historia, como lo fueron George Washington, los dos Roosevelt, Abraham Lincoln, Woodrow Wilson o el propio Ronald Reagan. Otros postulan que puede bien resultar una suerte de Berlusconi americano, en su coqueteo con el ridículo. No es imposible pensar, sin embargo, que pueda unirse a la lista de aquellos presidentes del país del Norte que sorprendieron por sus buenas gestiones, como Harry Truman o Andrew Jackson.

Trump recibe una economía relativamente ordenada y, en el corto plazo, en bastante buen estado. Con un desempleo que bajó del 7,8% al 4,6% y una economía que durante la gestión de Barack Obama creció un 15%, ajustada por inflación. La tasa de inflación norteamericana es del 1,5% anual y el PBI crece al ritmo del 2,3%.

En materia de política exterior, Trump asume en un mundo que ya no es unipolar. Rusia y China están también, cada una a su manera, en el centro mismo del escenario grande. Trump ha expresado su preocupación por la conducta comercial de China, país al que acusa de no jugar con las reglas de los demás, manipulando el tipo de cambio, pagando a sus exportadores subsidios encubiertos y violando las normas que protegen la propiedad intelectual. Esta postura no es nueva por parte de Trump, pues la sostiene desde 2008. Pero puede derivar en una "guerra comercial", con los consiguientes perjuicios para todos.

Rex...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR