Los asesores financieros se independizan

Hace unos días, el asesor financiero Herman Rij se puso su corbata Merrill Lynch, rosada con toros en celeste, y se fue a trabajar a la oficina de la firma financiera en Bethlehem, Pensilvania. Se reunió con un cliente que había viajado desde Arizona y luego fue a ver a su jefe a entregarle su renuncia.Merrill Lynch no había sido advertida de la decisión pero tampoco la recibió con sorpresa. Durante los seis meses anteriores, Rij y su equipo en Merrill, conformado por su hija Kori Lannon, su ahijado Jason Cort y el hermano de éste, Brian Cort, habían conformado en secreto y de forma meticulosa su propia firma de asesoría.Su nueva oficina temporal estaba ubicada en el mismo edificio, unos pisos más arriba. A las 2:30 de la tarde de ese mismo día, media hora después de renunciar a Merrill, ya estaban trabajando en su nueva firma: Quadrant Private Wealth.Los cuatro empezaron la campaña de convencer a sus 501 clientes que los siguieran. En juego estaban US$750 millones en activos, pues el grupo sabía que Merrill Lynch trataría de no perder a los clientes.Después de trabajar por 40 años en Merrill Lynch, Rij se estaba uniendo a las legiones de asesores que han salido de las filas de las grandes corredoras de Wall Street para unirse a firmas independientes o crear una propia. La tendencia que empezó hace años pero que cobró fuerza después de la crisis financiera de 2008, está reconfigurando poco a poco la industria y erosionando lo que ha sido una posición dominante para firmas como Merrill Lynch, ahora propiedad de Bank of America Corp.La cantidad de asesores financieros independientes en Estados Unidos ha pasado de 36.000 en 2007 a 47.000 este año, según la firma de investigación Cerulli Associates, y puede llegar a 51.000 en 2017. Se espera que el número de asesores en grandes firmas se reduzca de los 48.000 actuales a 41.000 para 2017, según Cerulli.Los asesores dicen que firmas más pequeñas les permiten ofrecer a sus clientes un servicio más personalizado, sin la necesidad de promocionar ciertos productos y otras presiones comerciales que suelen ejercer los grandes bancos. La tecnología les otorga a las firmas pequeñas acceso a plataformas de negociación y muchas opciones de inversión que solían ser exclusivas de Wall Street.Aunque la autonomía es uno de los motores detrás del auge de las firmas pequeñas, el otro es el dinero: en empresas grandes como Merrill, los asesores entregan más de la mitad de sus ingresos brutos a su empleador. En operaciones...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR