Así trabaja Del Potro para la misión de volver a estar entre los mejores

Bruce Springsteen estaba en la costa de Asbury Park cuando el mundo se estremeció con el atentado a las Torres Gemelas, en septiembre de 2001. Pocos meses después, aún conmovido, The Boss escribió "The Rising" ("El levantamiento"), una canción que cuenta la historia de un bombero neoyorquino trabajando en medio de la tragedia, con el mensaje de que por más grande que sea la tragedia uno se podrá volver a poner de pie, a resurgir, a mirar hacia adelante. "No puedo ver nada delante de mí, no puedo ver lo que viene por detrás, me abro camino a través de esta oscuridad (...) En mi espalda una piedra de sesenta libras, sobre mi hombro una línea de media milla (...) Vamos arriba, levantémonos, vamos arriba, pon tus manos en las mías, vamos arriba, levantémonos", canta el artista estadounidense. Cómo absorbe la música cada uno es muy individual. Los problemas no son comparables, claro. Cada persona los afronta como puede. Juan Martín del Potro escucha a Springsteen y se moviliza. Ciento dos días ya pasaron desde aquel lunes 24 de marzo con temperaturas bajo cero en Rochester, EE.UU., cuando el tenista ingresó en un quirófano para que le repararan los ligamentos dañados de la muñeca izquierda. Otra vez una severa operación, como aquella de 2010, que lo marginó del circuito durante casi una temporada. Springsteen habla de renacer y por ese camino parece marchar el tandilense en un mediodía soleado de invierno, cuando se divierte peloteando con los actores Ricardo Darín y Carlos Santamaría, después de haberse entrenado junto con su entrenador, Franco Davin, durante una hora, en Palermo.Está entusiasmado el campeón del US Open 2009. La angustia que vivió en 2010, tras la cirugía en la muñeca derecha, le está sirviendo de escudo, de experiencia. Claro que nadie le quita la ansiedad que le generan sus ganas de regresar al circuito, sobre todo cuando ve por TV algún partido (no los mira completos, pero se mantiene informado de los resultados de Wimbledon, por ejemplo). Suele estar acompañado, Delpo, arropado por su familia y amigos, y por su grupo de trabajo que conforman Davin, el preparador físico Martiniano Orazi y que, por estos días, tiene una integrante femenina: la licenciada Adriana Forti, responsable de los ejercicios de kinesióloga. Forti tiene mucha experiencia en el mundillo del tenis: empezó trabajando con María Emilia Salerni y luego viajó durante años con Paola Suárez y la española Virginia Ruano. También atendió a la italiana Francesca Schiavone y a la...

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